viernes, 25 de diciembre de 2009

La imposición de los dedos

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2.7.- Imposición de los dedos. El vano central del maravilloso Pórtico de la Gloria está dividido en dos por un parteluz marmóreo en forma de árbol. Se apoya sobre un basamento de monstruos, las fuerzas del mal, dominados por un forzudo gigante, tal vez el Sansón bíblico o el Heracles pagano. De allí parte el fuste cilíndrico, sobre el que se representa la genealogía de Cristo, que culmina con un bellísimo capitel con la Trinidad. Los peregrinos han pasado sus dedos sobre este fuste durante siglos, desgastándolo hasta dejar la marca de los dedos como surcos sobre el duro mármol y convirtiendo el acto en un rito que hoy sigue practicándose por quien acude a la catedral compostelana.

La finalidad de la imposición de los dedos es la obtención de cinco gracias, una por cada dedo, creencia en cierto modo supersticiosa pues es un beneficio no atestiguado por  ningún documento pontificio (Precedo Lafuente).