jueves, 20 de diciembre de 2012

martes, 13 de noviembre de 2012

Eugenio Montero Ríos y la retranca gallega


D. Eugenio Montero Ríos
Fernando Vizcaíno Casas fue un magnífico abogado laboralista y un escritor de novelas de gran éxito. También fue un gran recopilador de anécdotas sobre tribunales y juzgados plasmadas en varios volúmenes. En uno de ellos, titulado “Nuevas historias puñeteras”, narra una anécdota que, por su enjundia y moralina, es de obligado relato:

Sucedió a principios del siglo XX. Sus protagonistas fueron don Eugenio Montero Ríos, afamado abogado gallego y ex ministro de Gracia y Justicia, y un paisano del lugar, aparentemente corto de luces, que le fue a visitar. El encuentro fue de la siguiente manera:

-Mire, don Eugenio, Yo es que tengo una tierriña, nada, apenas me da para ir malviviendo, pero ahora me preocupa lo del vecino.
-¿Pues qué le pasa a su vecino? –le preguntó Montero Rios.
-Es el dueño del pazo “colidante” de al lado.
-Si ese pazo linda con su terreno es lo que llamamos en derecho colindante
–le corrigió el abogado.
-Bueno, el “colidante” ese plantó unos eucaliptos en la “colidancia”, justo donde se juntan los dos campos, el suyo y el mío.
-¿Y bien?
-Que las raíces se me han metido en mis tierras, oiga, y me fastidian toda la cosecha de ese lado y, por si algo fallaran, las copas dan un sombrajo que no permite crecer lo sembrado. Y yo me pregunto: ¿Tiene el señor “colidante” derecho a hacerme esa ruina?
-Ningún derecho. Usted puede solicitar legalmente incluso que arranque los árboles causantes del perjuicio.
-Pues no sabe lo que me alegra oírlo. Oiga, pero es que este vecino “colidante” tiene influencias, usted ya me entiende. A ver si en el juzgado…
-¡Por favor! La Ley no conoce de favoritismos. Si se puede demostrar el daño que usted aduce, quédese tranquilo que la Justicia le dará la razón.
-¡No sabe lo que celebro eso que usted me dice! Óigame, don Eugenio, ¿y no podría ponérmelo por escrito? Lo que llaman un “ditamen” o algo así.
-Naturalmente. Venga mañana a esta misma hora y lo tendrá listo. Al día siguiente el famoso abogado recibió al campesino.
-No he creído necesario extenderme porque el asunto está suficientemente claro.
-Está claro. Vaya que está claro. No sabe cuánto se lo agradezco. ¿Qué le debo, don Eugenio?
-La secretaria le dirá. El campesino abonó al minuta y al momento regresó al despacho del abogado.
-¿Alguna duda, querido amigo?
–le preguntó Montero Ríos.
-No, no es eso, don Eugenio. Verá es que no le dije que mi vecino es usted, como dueño del pazo “colidante”, se dice así, ¿verdad? O sea, que supongo que no tendrá inconveniente en arrancar sus árboles, si no existe otro remedio, como muy bien explica aquí, en su “ditamen”.Sucedió a principios del siglo XX. Sus protagonistas fueron don Eugenio Montero Ríos, afamado abogado gallego y ex ministro de Gracia y Justicia, y un paisano del lugar, aparentemente corto de luces, que le fue a visitar. El encuentro fue de la siguiente manera. -Mire, don Eugenio, Yo es que tengo una tierriña, nada, apenas me da para ir malviviendo, pero ahora me preocupa lo del vecino. -¿Pues qué le pasa a su vecino? –le preguntó Montero Rios. -Es el dueño del pazo “colidante” de al lado. -Si ese pazo linda con su terreno es lo que llamamos en derecho colindante –le corrigió el abogado. -Bueno, el “colidante” ese plantó unos eucaliptos en la “colidancia”, justo donde se juntan los dos campos, el suyo y el mío. -¿Y bien? -Que las raíces se me han metido en mis tierras, oiga, y me fastidian toda la cosecha de ese lado y, por si algo fallaran, las copas dan un sombrajo que no permite crecer lo sembrado. Y yo me pregunto: ¿Tiene el señor “colidante” derecho a hacerme esa ruina? -Ningún derecho. Usted puede solicitar legalmente incluso que arranque los árboles causantes del perjuicio. -Pues no sabe lo que me alegra oírlo. Oiga, pero es que este vecino “colidante” tiene influencias, usted ya me entiende. A ver si en el juzgado… -¡Por favor! La Ley no conoce de favoritismos. Si se puede demostrar el daño que usted aduce, quédese tranquilo que la Justicia le dará la razón. -¡No sabe lo que celebro eso que usted me dice! Óigame, don Eugenio, ¿y no podría ponérmelo por escrito? Lo que llaman un “ditamen” o algo así. -Naturalmente. Venga mañana a esta misma hora y lo tendrá listo. Al día siguiente el famoso abogado recibió al campesino. -No he creído necesario extenderme porque el asunto está suficientemente claro. -Está claro. Vaya que está claro. No sabe cuánto se lo agradezco. ¿Qué le debo, don Eugenio? -La secretaria le dirá. El campesino abonó al minuta y al momento regresó al despacho del abogado. -¿Alguna duda, querido amigo? –le preguntó Montero Ríos. -No, no es eso, don Eugenio. Verá es que no le dije que mi vecino es usted, como dueño del pazo “colidante”, se dice así, ¿verdad? O sea, que supongo que no tendrá inconveniente en arrancar sus árboles, si no existe otro remedio, como muy bien explica aquí, en su “ditamen”.Sucedió a principios del siglo XX. Sus protagonistas fueron don Eugenio Montero Ríos, afamado abogado gallego y ex ministro de Gracia y Justicia, y un paisano del lugar, aparentemente corto de luces, que le fue a visitar. El encuentro fue de la siguiente manera. -Mire, don Eugenio, Yo es que tengo una tierriña, nada, apenas me da para ir malviviendo, pero ahora me preocupa lo del vecino. -¿Pues qué le pasa a su vecino? –le preguntó Montero Rios. -Es el dueño del pazo “colidante” de al lado. -Si ese pazo linda con su terreno es lo que llamamos en derecho colindante –le corrigió el abogado. -Bueno, el “colidante” ese plantó unos eucaliptos en la “colidancia”, justo donde se juntan los dos campos, el suyo y el mío. -¿Y bien? -Que las raíces se me han metido en mis tierras, oiga, y me fastidian toda la cosecha de ese lado y, por si algo fallaran, las copas dan un sombrajo que no permite crecer lo sembrado. Y yo me pregunto: ¿Tiene el señor “colidante” derecho a hacerme esa ruina? -Ningún derecho. Usted puede solicitar legalmente incluso que arranque los árboles causantes del perjuicio. -Pues no sabe lo que me alegra oírlo. Oiga, pero es que este vecino “colidante” tiene influencias, usted ya me entiende. A ver si en el juzgado… -¡Por favor! La Ley no conoce de favoritismos. Si se puede demostrar el daño que usted aduce, quédese tranquilo que la Justicia le dará la razón. -¡No sabe lo que celebro eso que usted me dice! Óigame, don Eugenio, ¿y no podría ponérmelo por escrito? Lo que llaman un “ditamen” o algo así. -Naturalmente. Venga mañana a esta misma hora y lo tendrá listo. Al día siguiente el famoso abogado recibió al campesino. -No he creído necesario extenderme porque el asunto está suficientemente claro. -Está claro. Vaya que está claro. No sabe cuánto se lo agradezco. ¿Qué le debo, don Eugenio? -La secretaria le dirá. El campesino abonó al minuta y al momento regresó al despacho del abogado. -¿Alguna duda, querido amigo? –le preguntó Montero Ríos. -No, no es eso, don Eugenio. Verá es que no le dije que mi vecino es usted, como dueño del pazo “colidante”, se dice así, ¿verdad? O sea, que supongo que no tendrá inconveniente en arrancar sus árboles, si no existe otro remedio, como muy bien explica aquí, en su “ditamen”.Sucedió a principios del siglo XX. Sus protagonistas fueron don Eugenio Montero Ríos, afamado abogado gallego y ex ministro de Gracia y Justicia, y un paisano del lugar, aparentemente corto de luces, que le fue a visitar. El encuentro fue de la siguiente manera. -Mire, don Eugenio, Yo es que tengo una tierriña, nada, apenas me da para ir malviviendo, pero ahora me preocupa lo del vecino. -¿Pues qué le pasa a su vecino? –le preguntó Montero Rios. -Es el dueño del pazo “colidante” de al lado. -Si ese pazo linda con su terreno es lo que llamamos en derecho colindante –le corrigió el abogado. -Bueno, el “colidante” ese plantó unos eucaliptos en la “colidancia”, justo donde se juntan los dos campos, el suyo y el mío. -¿Y bien? -Que las raíces se me han metido en mis tierras, oiga, y me fastidian toda la cosecha de ese lado y, por si algo fallaran, las copas dan un sombrajo que no permite crecer lo sembrado. Y yo me pregunto: ¿Tiene el señor “colidante” derecho a hacerme esa ruina? -Ningún derecho. Usted puede solicitar legalmente incluso que arranque los árboles causantes del perjuicio. -Pues no sabe lo que me alegra oírlo. Oiga, pero es que este vecino “colidante” tiene influencias, usted ya me entiende. A ver si en el juzgado… -¡Por favor! La Ley no conoce de favoritismos. Si se puede demostrar el daño que usted aduce, quédese tranquilo que la Justicia le dará la razón. -¡No sabe lo que celebro eso que usted me dice! Óigame, don Eugenio, ¿y no podría ponérmelo por escrito? Lo que llaman un “ditamen” o algo así. -Naturalmente. Venga mañana a esta misma hora y lo tendrá listo. Al día siguiente el famoso abogado recibió al campesino. -No he creído necesario extenderme porque el asunto está suficientemente claro. -Está claro. Vaya que está claro. No sabe cuánto se lo agradezco. ¿Qué le debo, don Eugenio? -La secretaria le dirá. El campesino abonó al minuta y al momento regresó al despacho del abogado. -¿Alguna duda, querido amigo? –le preguntó Montero Ríos. -No, no es eso, don Eugenio. Verá es que no le dije que mi vecino es usted, como dueño del pazo “colidante”, se dice así, ¿verdad? O sea, que supongo que no tendrá inconveniente en arrancar sus árboles, si no existe otro remedio, como muy bien explica aquí, en su “ditamen”.

lunes, 8 de octubre de 2012

La Enxebre Orde da Vieira en Bretaña


EL OBJETIVO ES ESTRECHAR LAZOS CON INSTITUCIONES DEDICADAS A SALVAGUARDAR SU HERENCIA CELTA

Miembros de la Orden de la Vieira realizan una visita cultural a la Bretaña francesa


Ayuntamiento de Brest: Amigos de la Cultura Celta, presididos por el Delegado de la Xunta de Galicia en Madrid, posan con sus amigos bretones.  (Pulsad en la imagen para ver más fotos).

Sesenta y dos gallegos, pertenecientes al grupo Amigos de la Cultura Celta integrado en la Orden de la Vieira, partirán este viernes, día 28, hacia la Bretaña francesa, donde permanecerán hasta el 3 de octubre, para estrechar lazos con una gran variedad de instituciones y agrupaciones culturales dedicadas a salvaguardar y difundir la profunda herencia celta de Bretaña. Este viaje también servirá para recordar la ruta realizada por Castelao en Bretaña y la condición geográfica de esta región como Finisterre atlántico.

Entre los participantes en este periplo se encuentran: el presidente de Aegama, Julio Lage; el gerente de esta entidad, José Cerdeira; el presidente de la Fundación Culturas del Mediterráneo, José Luis Pardo; y el presidente de Fagama, Ovidio Cadenas, así como el doctor Pérez Vázquez, el catedrático Rodríguez Mourullo y parte del grupo folclórico Xuntanza de Alcobendas, entre otras personalidades. El delegado de la Xunta en Madrid, José Ramón Ónega, será quien ostente la representación oficial ante las instituciones.

Los integrantes de esta expedición serán recibidos en la Universidad de Rennes y en el Ayuntamiento de Brest, en este último caso por expreso deseo de las autoridades y del presidente del Comité Galicie-Bretagne, Pierre Joubin. Además, podrán visitar el Centre de Recherceh Breton et Celtique (Centro de Investigación Bretona y Céltica), dependiente de la universidad de Brest y que coordina todos los estudios célticos en Bretaña.

Está previsto que el alcalde y el presidente del Conseil Regional asistan este viernes al encuentro que se celebrará en Rennes, así como el presidente y el vicepresidente de Relaciones Internacionales de la universidad y la decana de la Facultad de Letras. Este acto también servirá para homenajear, entre otras autoridades e instituciones, al expresidente Marc Gontard, al director del Departamento de Bretón-Celtique, Hervé le Bihan, y, a título póstumo, al especialista en monacato céltico Gwënael Leduc y al defensor de la identidad del bretón Pêr Denez.

La Orden de la Vieira también distinguirá el 1 de octubre al director del Centre de Recherche Bretonne et Celtique, Philipe Jarnoux, y, a título póstumo, a Robert Omnés, profesor de Lengua y Cultura Española en la Universidad de Brest y presidente de honor y fundador del Comité Galicia-Bretaña.

En el capítulo de las instituciones dedicadas a la difusión y promoción de la cultura bretona será galardonado el director del Institute Culturel de Bretagne, Patrick Malrieu, y el président de la Section des Relations Interceltiques et Internationales de l'Institut Culturel de Bretagne, Jackes Gauchet.

En el apartado de música tradicional bretona se rendirá homenaje al fallecido Polig Monjarret, cuyo diploma será recogido por su esposa.
Galicia en el Mundo.

Pulsa para ver fotos de Bretaña

sábado, 4 de agosto de 2012

El Camino Francés

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      7.5.- El camino francés. El Códex, en su libro quinto, constituyó la primera guía de viajes conocida. Él va marcando pueblo tras pueblo, monte tras valle, los hitos del Camino; y va señalando los peligros y describiendo lo que ve con sus ojos de francés, pues francés era Aimerico (Aymeric Picaud), su supuesto autor. Y no lo hace mal, al menos en cuanto se refiere a la descripción de los paisajes y de las distintas industrias de los pueblos que cruzaba, pero luego estaban los hombres, las gentes; y en esto el bueno de Aimerico pierde los papeles. Para él sólo son buenos y valientes sus vecinos (...bellos y valientes guerreros...), mas, en cuanto entra en tierras extrañas, los hombres se le vuelven sombras monstruosas, con actos depravados e incalificables. Sigamos la guía del francés hasta Navarra, cuyas riquezas alaba ( ...tierra considerada feliz por el pan, el vino, la leche y los ganados) pero a cuyos hombres denigra:

      Los navarros son feos en el vestir y en el comer, que si los veis reputaréis  de cerdos o de canes. La lengua, bárbara, que si los oyeses hablar te recordarían el ladrido de los perros; las gentes llenas de toda malicia, feas, perversas, pérfidas, de fe corrupta, libidinosas, borrachas, doctas en toda clase de violencia; faltos de cualquier virtud y diestros en vicios e iniquidades, parecidos en maldad a los getas y sarracenos, que por sólo un dinero matan a un francés. Y continua con su sambenito sobre estos pobres hombres: También usan los navarros de las bestias en sus ayuntamientos, pues se dice que el navarro pone un candado en las ancas de su mula para que nadie se le acerque, sino él mismo...

      ¿Qué le habrían hecho los pobres navarros al francés Aimerico? Quizá había leído al obispo Turpin y le dolían con retraso los golpes recibidos por las huestes de Carlomagno en el paso de Roncesvalles:

                             ¡Mala la vísteis franceses,
                             la caza de Roncesvalles!
                             Don Carlos perdió la honra,
                             murieron los doce pares...

Sí, quizá. En todo caso, alguna virtud tenía que adornarles, y Aimerico se muestra más equilibrado en el párrafo que sigue: son, no obstante, religiosos y devotos, buenos en batalla campal, malos en asalto a castillos, justos en el pago de diezmos y asiduos en las ofrendas a los altares. Y ese mismo equilibrio lo muestra al tratar los asuntos materiales, pues supo apreciar en sus justos términos la belleza de sus tierras y de sus pueblos.

      Más allá de Estella (...fértil, con buen pan y excelente vino...), el camino se dirige a Logroño, la capital de la Rioja y del Rioja, y luego, por tierras de Santo Domingo de la Calzada, hacia Castilla.

      Pasados los montes de Oca, hacia Burgos, sigue la tierra de los españoles... Esta tierra está llena de tesoros, de oro y plata, produce tejidos y vigorosos caballos, abundan el pan y el vino, la carne y el pescado, la leche y la miel. Sin embargo carece de arbolado y está llena de hombres malos y viciosos.

      Las verdes montañas van dejando sitio a los amplios páramos de tierras arcillosas y blancuzcas, tierras de silencio y lejanía, de hombres rudos, que no malos ni viciosos, y pueblos escasísimos. La tristeza invade el alma del solitario caminante ante cuyos ojos se extiende un horizonte infinito:

                       La tristeza que tiene mi alma
                       por el blanco camino la dejo,
                       para ver si en la noche estrellada
                       a muy lejos la llevan los vientos...
(Federico García Lorca)

      Y sigue el camino. Van pasando Burgos y sus torres, Frómista con su iglesia románica bellamente restaurada, Sahagún con su antigua abadía cluniacense capaz de proporcionar a los peregrinos sesenta camas y la renta de dos mil fanegas de trigo, y León, una ciudad que tuvo reyes antes que Castilla leyes.

      Más allá, pasado el Órbigo, donde don Suero de Quiñones había fijado su desafío (el llamado Paso Honroso), el camino cruza el Bierzo y se dirige a Galicia:

      Pasada la tierra de León y los puertos del monte Irago y monte Cebreiro, se encuentra la tierra de los gallegos. Abunda en bosques, es agradable por sus ríos, sus prados y riquísimos manzanos, sus buenas frutas y sus clarísimas fuentes; es rara en ciudades vides y labradíos. Escasea en pan de trigo y vino, abunda en pan de centeno y sidra, en ganados y caballerías, en leche y miel y en grandísimos y en pequeños pescados de mar; es rica en oro y plata, y en tejidos y pieles silvestres, y en otras riquezas, y sobre todo en tesoros sarracenos. Los gallegos, pues, se acomodan mejor a las costumbres de nuestro pueblo galo, pero son iracundos y muy litigiosos.

      Aquí Aimerico se esfuerza en alabar tierras y riquezas, pero al hablar de los hombres, no podía ser de otro modo, no hace sino dedicarnos algún adjetivo de los que tanto gusta: iracundos y litigiosos, que no está mal, especialmente si recordamos lo que opinaba de los navarros.

      Y pasado el Cebreiro, con su santuario conceptuado como el más antiguo monumento del camino, el paso se acelera hacia Santiago. Van pasando Sarria, con su viejo hospital de los Caballeros de San Juan de Jerusalén; Portomarín, escondido bajo las aguas de un embalse; Melide, con su iglesia del Sancti Espiritus; Arzúa; el monte del Gozo... y, al final, Compostela. Allí, en la catedral, gente que se apretuja para acceder a las proximidades del altar; padres que cogen de la mano a sus hijos para no perderlos entre la multitud; hijos que preguntan a sus padres con palabras de Lorca: ¿y cómo son las estrellas aquí?; padres que responden distraídos: hijo mío, igual que en el cielo...

Los caminos de Santiago en Francia

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      7.4.-  Los caminos de Santiago en Francia. El obispo Turpin, en el libro cuarto del códice Calixtino, había explicado a los franceses cómo fue el propio Apóstol quien sugirió a Carlomagno la conveniencia de dirigirse a Galicia para descubrir su tumba y establecer un camino de peregrinación. Santiago se habría aparecido en sueños al emperador, caminando por su celeste camino, marchando siempre hacia el oeste... Y, tras la visión, el emperador se levantó inquieto preguntándose:

                       Esta noche ha pasado Santiago
                       su camino de luz en el cielo...
                       ¿Dónde va el peregrino celeste
                       por el claro infinito sendero?

      La respuesta se hizo evidente, y el emperador no tuvo más que seguir el sendero marcado para, tras liberar el camino de infieles, llegar a Compostela y descubrir el sepulcro de Jacobo Bonaerges. Así dejó establecido el Camino a Santiago, o así al menos nos lo contó el obispo Turpin. E hizo bien el obispo en atribuirlo todo a un francés pues así, conocido el chauvinismo galo, el éxito del camino estaba asegurado...

      Lo cierto es que los franceses vinieron muy pronto a Compostela, y su camino pronto fue el Camino, y Europa se enteró de la existencia de Santiago porque desde la corte de Aquisgrán, tanto como desde Roma, se encargaron de propagarlo sin regatear esfuerzos. Papas y franceses fueron los grandes propagandistas del Camino.

      Los caminos salían de Compostela como las ramas de un árbol salen de su tronco, bifurcándose una y otra vez, llevando y trayendo savia hasta los brotes más alejados, dándose vida mutuamente. Y la frondosidad de este árbol místico alcanzó en Francia un máximo: todo sendero, todo camino parecía dirigirse al sur, al oeste, a Santiago. Pero en su avance iban juntándose, uniéndose, disminuyendo en número, aumentado en capacidad hasta unos puntos a partir de los cuales sólo cuatro robustas ramas recogían el grueso de la savia. Estos puntos eran Tours, Limoges, Le Puy y Tolosa, y las ramas (o caminos) que hasta ahí llegaban (o que de ahí partían) se denominaron respectivamente Turonense, Lemovicense, Podiense y Vía Tolosana o Provenzal. Luego, las primeras por Roncesvalles y la última por Somport, las cuatro acababan uniéndose en Pamplona y formando el camino francés.

El Camino del Norte


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7.3.-  El camino del norte. El primer camino asturiano, tremendamente difícil, fue pronto abandonado por el camino costero, más cómodo y seguro, y al que se unían viajeros procedentes de la cornisa cantábrica y de Francia. Este camino hacía su entrada en Galicia por Ribadeo, cruzando el río en barca o bordeando su estuario. Los que cruzaban en barco seguían luego por la vieja calzada romana hasta Lourenzá donde se unían a los que habían bordeado el estuario y que llegaban hasta allí pasando por Trabada.

      Vilanova de Lourenzá, nacida a la sombra del monasterio benedictino fundado por don Osorio Gutiérrez, era la capital de estos contornos. Su iglesia barroca es obra del gran arquitecto Fernando Casas y Novoa, el mismo que proyectó la fachada compostelana del Obradoiro. Más arriba de Lourenzá aparece Mondoñedo, una de las siete capitales de la Galicia primitiva y destacado conjunto histórico artístico. Mondoñedo tiene una Fonte Vella y una bella catedral (que si no es la más hermosa de Galicia, al menos es la mía, decía Cunqueiro).

      Pasado Mondoñedo, el camino asciende hasta Abadín, la puerta de la Terra Chá lucense, y se dirige a Vilalba, la capital natural y oficial de estas tierras. Estas amplias y altas llanuras, unas veces cubiertas de nieve y otras de niebla, propicias a la desorientación y el extravío, llenas de matorrales y pobladas de lobos y alimañas eran temidas por los peregrinos. Pero la llegada a su capital suponía un alivio de los mores pasados y de los estómagos vacíos, pues ya entonces era Vilalba tierra de buen comer.

      Y el camino norte avanza decidido para unirse con el francés en tierras de Melide, pero no sin antes pasar por Sobrado, donde está uno de los más famosos monasterios de Galicia. Sus orígenes hay que buscarlos hacia mediados del siglo X, teniendo entonces la peculiaridad de ser un monasterio dúplice, es decir, mixto. De este monasterio fue abad el futuro santo Pedro de Mezonzo, el de la Salve Regina y el que tuvo que presenciar la destrucción de Santiago a manos de las tropas de Almanzor.

viernes, 3 de agosto de 2012

El camino primitivo o de Fonsagrada


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    7.2.- El camino primitivo (o camino de Fonsagrada). Su nombre lo dice todo y su origen no puede ser más claro: tras confirmar el obispo iriense Teodomiro la inventio del sepulcro apostólico, lo comunica a su rey Alfonso; la corte asturiana se pone en movimiento camino de Galicia y en su viaje a través de montes y valles, prados y bosques va dejando marcado el camino que une Compostela con las Asturias de Oviedo.

      Este camino primitivo llegaba desde Oviedo hasta Tineo y Pola de Allande para cruzar luego el río Navia y dirigirse hacia Grandas de Salime. Allí empezaba la penosa ascensión del puerto del Acibo. Pasado el puerto, ya en tierras de Galicia, el camino reduce sus cotas mientras los pueblos se vuelven fuentes (Fonfría, Fonsagrada, Fontaneira...). Pero pronto se empina nuevamente para alcanzar los cerca de mil metros del alto del Cerredo. Pasado éste, se baja hacia Paradavella y A Degolada, nombres de sonoros significados, y se enfila el camino de Lugo por Cádabo y Castroverde.

          Aunque este camino primitivo pronto quedó en desuso, no por ello carece de referencias jacobeas, como el hospital Real de Montouto, el convento de San Francisco en Vilabade y otros numerosos hospitales de peregrinos. Y luego estaba Lugo, en lo que ya suele llamarse camino francés de modo no muy afortunado.

           

lunes, 16 de julio de 2012

Fagama o el espíritu de Galicia en Madrid


La Federación de Asociaciones Gallegas en Madrid (Fagama) constituye un espacio para el intercambio y la colaboración de los centros gallegos en la Comunidad Autónoma.
TEXTO: Mayra Machado

Más de un lustro ha transcurrido desde que viera la luz por primera vez un colectivo gallego cuyo objetivo ha sido, desde sus inicios, propiciar y alentar la coordinación de la presencia gallega en Madrid a través de la realización de distintas actividades - culturales, formativas, sociales y lúdicas.

La Federación de Asociaciones Gallegas en Madrid (Fagama) aglutina, en estos momentos, a casi una decena de centros gallegos que constituyen la inmensa mayoría de los que existen en toda la comunidad autónoma y da cobijo además a otras asociaciones gallegas; es el caso de Atagama (Asociación de Taxistas Gallegos de Madrid).

Estos centros gallegos cuentan ya con un elevado número de socios; Xuntanza de Galegos en Alcobendas, por ejemplo, supera ampliamente el millar.

Junto a Xuntanza de Galegos, los centros gallegos de Móstoles, Tres Cantos, Noroeste de Madrid, Sierra de Madrid, la Asociación Gallega del Corredor de Henares o la Casa Gallega de Fuenlabrada, son ejemplos de la gran capacidad asociativa de los gallegos, allí donde quiera que se encuentren. Estos colectivos también pertenecen a la Federación de Casas Regionales en la Comunidad de Madrid, que integra centros de toda España.

De singular relevancia resulta el interés de la federación en la proyección de la cultura gallega en su entorno, con múltiples y diferentes actividades que están abiertas, no sólo a los socios, sino a cuantas personas deseen participar en ellas. Considera Fagama que una buena coordinación entre los centros y el desarrollo de actividades de especial relevancia social, son esenciales para mantener el prestigio alcanzado por la comunidad gallega en Madrid.

La celebración de reuniones y tareas conjuntas, la difusión de la programación de cada centro entre los demás, la participación activa de los grupos folclóricos en actos organizados por las instituciones en Madrid, así como el intercambio de recursos entre los Centros, son objetivos específicos que guían el trabajo cotidiano de la Federación.

Talleres de teatro, manualidades, coros, gaitas, grupos de baile, pandereteiras y eventos deportivos, por citar sólo algunos, forman parte de la intensa labor de formación que desarrollan los diferentes colectivos integrados en Fagama.

En cuanto a las actividades de tipo cultural cabe destacar, entre otras muchas, las conferencias sobre muy diversos temas; la celebración de la Semana das Letras Galegas y del Día de Galicia; los viajes con programas de contenido cultural, muy especialmente en relación con la cultura celta; la realización de conciertos, certámenes de poesía y concursos de villancicos, o los encuentros de gaitas.

Los actos de tipo festivo o gastronómico gozan de gran éxito entre los madrileños, que suelen participar activamente; la Romería do Pulpo e Mexillón, las ferias y semanas gastronómicas del marisco, el magosto y la participación en fiestas locales y patronales, son algunos ejemplos de la presencia de Galicia en Madrid a lo largo de todo el año. Gran seguimiento entre los gallegos de Madrid consiguen también la Festa do Entroido y las habituales cenas de confraternización de socios.

Entre estas actividades de corte más gastronómico y festivo, destacan singularmente las romerías, que cada año organiza un centro diferente y que reciben un importante apoyo de las administraciones locales. La celebrada este año correspondió al Centro Gallego de la Sierra de Madrid y contó con la asistencia de más de dos mil personas.

La junta directiva de Fagama, con su presidente Ovidio Cadenas a la cabeza, trabaja con ilusión y constancia en la consecución de sus múltiples objetivos pero, sobre todo, para que nunca se apague la llama de Galicia en Madrid.

Publicado por El Correo Gallego  el domingo 15 de julio de 2012


sábado, 16 de junio de 2012

El celtismo y la identidad del pueblo gallego

III encuentro de los "Amigos de la Cultura Celta"


Antonio Bonet Correa, José Ramón Ónega, Martín Almagro y Alberto Lorrio durante la mesa redonda.

Los Amigos de la Cultura Celta hemos celebrado en la Casa de Galicia, un brillante acto académico sobre la identidad del pueblo gallego. En el acto intervinieron los expertos Antonio Bonet Correa, director de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Alberto José Lorrio Alvarado, catedrático de prehistoria de la Universidad de Alicante y el anticuario de la Real Academia de la Historia y Martín Almagro Gorbea que actuó de moderador.

Tras el acto académico, los Amigos de la Cultura Celta celebramos nuestro III Encuentro que, esta vez, tocó en Madrid. En él fueron distinguidas numerosas personalidades de las que encontraréis cumplida información en el blog de los Amigos de la Cultura Celta

jueves, 12 de abril de 2012

La EOV viajará a la Bretaña Francesa en septiembre

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Menhires en Carnac
Entre los días 28 de septiembre y 3 de octubre, un grupo cofrades de la Enxebre Orde da Vieira, formado por los Amigos de la Cultura Celta, viajaremos a la Bretaña francesa con la intención de contactar con nuestros amigos galos y pasar unos días de intensa actividad cultural. Entre los objetivos del viaje podemos señalar:
  • La evaluación y potenciación de las ancestrales raíces culturales comunes.
  • La contribución al hermanamiento progresivo de ambas naciones celtas y
  • El recuerdo in situ del recorrido que en 1929 realizó Alfonso R. Castelao en busca de las famosas Cruces de Pedra de Bretaña, preludio de su libro sobre las Cruces de Pedra en Galicia.
Aquí os presentamos el recorrido previsto:

Día 28 de septiembre: Madrid - París - Rennes: Salida en vuelo hacia París. Llegada al aeropuerto de Charles de Gaulle y salida hacia Rennes, llegada y visita de la ciudad. Cena y alojamiento.
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Día 29 de septiembre: Rennes - Mont St. Michel - St. Malo - Dinard - RennesEstancia en el hotel en media pensión. Por la mañana, nos dirigiremos al Mont St. Michel, inmenso bloque granítico de cerca 1 Km. de circunferencia y 80 metros de altura, enclavado en el mar, al que sólo se podía acceder durante la marea baja, en el que se encuentra el monasterio, majestuoso conjunto arquitectónico del período gótico. Tras la visita, nos dirigiremos a St. Malo, preciosa ciudad amurallada, con el puerto encerrado en unas dársenas en el interior de la ciudad, y protegidas frente a cualquier elemento externo, enemigo o meteorológico, en la que almorzaremos y disfrutaremos de un paseo con su magnífico ambiente. A media tarde proseguiremos hacia Dinard, población vacacional de alto standing, en la que pasearemos, antes de regresar al hotel en Rennes. Cena y alojamiento.
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Día 30 de septiembre: Rennes - cornisa bretona - Guimiliau - BrestDesayuno y salida hacia Dinan, bella población con construcciones de adobe y madera, donde pasearemos por su casco histórico, para proseguir hacia la encantadora población de Perros Guirec, en la que almorzaremos (libre). Por la tarde, continuaremos por la Cornisa Bretona, llamada la costa del granito rosa, con sus bellas y espectaculares formaciones rocosas en los acantilados sobre el mar, para proseguir por Guimilau, donde veremos su recinto parroquial con un típico Calvario Bretón. Llegada a Brest en el Finisterre francés, ciudad prácticamente destruida durante la II Guerra Mundial. Cena y alojamiento en el hotel.
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Día 1 de octubre: Brest - península de Crozon - Pleyben - Brest:: Estancia en el hotel en media pensión. Por la mañana veremos el centro de la ciudad, con el castillo y el monumento homenaje a los aliados, antes de proseguir hasta la encantadora población de le Faou, puerta de entrada a la península de Crozon, que bordearemos por el norte hasta llegar a la punta de los españoles, con la vista frente a Brest. Veremos los alineamientos megalíticos de Lagatjar. Almuerzo libre en la pintoresca población de Camaret y por la tarde, pasearemos por Morgat, y si la meteorología lo permite, visitaremos en barca sus grutas. De regreso al hotel en Brest, nos detendremos en Pleyben para admirar su Calvario, uno de los más bellos de Bretaña. Cena y alojamiento.
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Día 2 de octubre: Brest - Quimper - Morbihan - Vannes - NantesDesayuno en el hotel y salida hacia Quimper, una de las poblaciones más bellas de la región, con sus pintorescas construcciones y la catedral de St. Corentin. Al mediodía proseguiremos hacia Locmariaquer, para ver los alineamientos megalíticos de Carnac y almorzar (libre). Por la tarde, saldremos en barco para atravesar el Golfo de Morbihan, viendo la isla de los monjes, y llegada a Vannes, en la que efectuaremos un paseo por la ciudad encerrada en sus murallas, con la Catedral y sus bellas casas de adobe y madera. A última hora de la tarde, llegada a Nantes, la capital histórica de Bretaña. Cena y alojamiento en el hotel.
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Día 3 de octubre: Nantes - Angers - Paris - Madrid:: Desayuno y salida hacia Angers, donde veremos el inmenso Castillo sobre el río Maine, con sus torres circulares para proteger a la ciudad de los ataques de bretones y normandos, en el que se encuentra el inmenso tapiz del Apocalipsis. Tiempo libre hasta la salida hacia París. Traslado al aeropuerto Llegada a Madrid.

domingo, 1 de abril de 2012

El camino del Apóstol



 7.1.-  El camino del Apóstol.- Muchos son los caminos que llegan a Santiago; pero hubo uno, el que desde la lejana Palestina recorrieron los amigos del hijo de Zebedeo hasta la verde Compostela, que fue el primero. Tuvieron que cruzar un Mare Nostrum amigo, un océano agitado y tenebroso, unas tierras onduladas y amables... y llegaron:

                  Primero fue un mar que luego se hizo tierra,
                  primero fue el azul que el verde vino luego,
                  primero hubo una barca, luego un carro y unos bueyes,
                  primero no había nada y ahora es Compostela.
                                           jct 1999

      Las gentes observaron ese primer camino, que entra por la ría de Arosa y sube por las riberas del Ulla y del Sar, y como Lorca se dijeron: mira,

                             ...por allí marcha Santiago
                             con la luna rendida a sus plantas,
                             con el sol encendido en su pecho.

      Y quisieron seguirlo, ir en su busca, y formando riadas inmensas marcaron las húmedas tierras e hicieron senderos. Fue así como nacieron esos caminos que hoy nos recuerdan la llegada de un hombre santo que quiso a Compostela. 


lunes, 19 de marzo de 2012

Apuntes Jacobeos: Diez Caminos Jacobeos

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Así que se echaron los puentes sobre los ríos y los caminantes empezaron a hacer camino, fue necesario dotarlo de un mínimo de comodidades. Se necesitaban iglesias a las que acudir para oír misa, hospitales dónde atender a los enfermos, albergues dónde cobijarse de las inclemencias del tiempo y muchas, muchas cosas más, y todas se fueron haciendo. Por eso hoy el Camino es el museo vivo de una época, un conjunto de obras de extraordinario valor histórico y artístico que debemos conocer.

      La ruta no existe antes de hacerla y el viaje tiene tantas metas como albergues, tantas inquietudes como vueltas, tantos amores como auroras, tanto llanto como espinas, tanta esperanza como tiempo...

      Hay que vivir el Camino. Hay que sentir el cansancio en los pies y el gozo en el corazón. Hay que empaparse de la espiritualidad que inunda tantos lugares mágicos, de la felicidad que nos proporciona la buena compañía, del misticismo que nos transmite la soledad. Hay que vivir el Camino porque, como decía Berceo,

                             ...todos somos romeros
                             que en el camino andamos...

                             ...y nuestra romería
                             solamente acabamos
                             cuando hacia el Paraíso
                             nuestras almas enviamos

      Hay que recorrer el camino percibiéndolo como algo vivo, largo y permanente, como lo percibía Jorge Manrique en sus coplas a la muerte de su padre:

                             Partimos cuando nacemos,
                             andamos mientras vivimos,
                             y llegamos
                             al tiempo que fenecemos...

      O como Don Pedro Calderón de la Barca cuando dice:

                             Aunque la esclavina trueque
                             al cortesano vestido,
                             no por eso el Hombre deja
                             de ser siempre peregrino,
                             pues la vida es un camino
                             que al nacer empezamos
                             y al vivir proseguimos.

      ¿Qué más podríamos decir después de tantas y tan bellas palabras? Sólo añadir una, una más, un recuerdo que nos hace Antonio Machado: caminante, no hay camino, sino estelas en la mar... Cierto, no hay camino, pues la vida es el camino, y vivir no es sino caminar, de continuo, hacia el más allá. Por eso, por todo eso, caminante, ven; ¡déjalo todo, y camina a Compostela!

martes, 6 de marzo de 2012

Enrique Santín: Visión íntima del alma gallega

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Enrique Santín Díaz, Gran Canciller de la Enxebre Orde da Vieira
(Foto: José Cerdeira)

Traemos hoy aquí la tercera parte de la interesante trilogía sobre el alma gallega obra de nuestro insigne maestro D. Enrique Santín Díaz. No dejéis de consultar las dos entregas anteriores, Radiografía del alma gallega y Nuevos perfiles del alma gallega para una adecuada comprensión del tema.

Profundizando en el análisis de las características del alma gallega y sus recovecos, se confirman y descubren aspectos que confirman y, al mismo tiempo, revelan singularidades de nuestra sicología que, sin negar la influencia de factores históricos y socioeconómicos, perviven y se mantienen con identidad propia.

Muchos de los aspectos típicos que concurren en el alma y espíritu gallego, fueron comúnmente reconocidos. En este sentido, merece destacarse el diagnóstico que el poeta gallego Salvador García Bodaño, en su poema dedicado a Galicia, hace de nuestros paisanos. En él afirma lo siguiente: “Galicia do si, o do non o do quén sabe, duda inmensa a falar sempre o que lle mandan sin decir o que pensa

Esa actitud ambigua y dubitativa, se corresponde con el escepticismo propio de nuestro pueblo, celoso de su intimidad y del carácter reservado de sus pensamientos e intenciones.

En relación con los gallegos podríamos decir que su filosofía arranca y se refugia en lo que Descartes llamaba la duda metódica que en este autor se basa en el pensamiento como asidero seguro de todo posterior razonamiento. Es decir, si se duda de todo, es evidente que de lo que no se duda es de la propia duda y eso, traducido al pensar, da lugar a que sea el pensamiento, con independencia de su contenido concreto, la afirmación radical del hombre como ser pensante.

Otra característica que confirma el diagnóstico anterior sobre la ambigüedad que preside el comportamiento de nuestros paisanos, encuentra su formulación más contundente en lo que Carlos Martínez Barbeito expresa en su obra dedicada a Galicia, cuando afirma: “Si algo rotundo puede decirse responsablemente de Galicia, será que es el país sin absoluto. No hay absoluto ni en el paisaje, ni en la luz, ni en las mentes, ni en las formas de la cultura, ni en el habla. En Galicia todo es relativo, cambiante y enormemente matizado. Tres y dos pueden muy bien ser siete o nueve o tres cuartos”. Como corolario de lo anterior, sigue diciendo el mismo autor que “No existe la verdad; hay aproximaciones”. Y que “en Galicia no existe el sí ni existe el no. Existen el puede ser, el quién sabe, el casi, el ¿Usted cree?”. Concluyendo que “las afiladas y cautelosas mentes gallegas propenden abiertamente al relativismo, al posibilismo y al casuismo.”

En relación, precisamente, con el ¿Usted cree? merece recordarse el uso prácticamente habitual que de dicha expresión hacía en sus conversaciones el eminente jurista y político gallego Manuel Iglesias Corral que fue Fiscal General de la República, Diputado, Senador y Presidente de la Real Academia Gallega de Jurisprudencia y Legislación. Era curioso comprobar cómo al manifestarle cualquier obviedad o evidencia, su respuesta era siempre de sorpresa e interrogativa, contestando siempre de la misma manera: ¿Usted cree?.

Precisamente, el ejemplo anterior, nos permite pensar que existen en el alma galaica, algunos reductos sicológicos que se conservan de nuestros ancestros y que no están tan directamente relacionados con condicionamientos históricos o socioeconómicos

Con relación a éstos, Ramón Piñeiro en su obra “Olladas no futuro” analiza la mentalidad gallega distinguiendo los trazos de nuestra personalidad colectiva y los condicionantes de nuestra vida colectiva, citando entre los primeros, el individualismo, la reserva mental, el espíritu servil y la pasión por los pleitos, y, entre los segundos, el minifundismo, el ruralismo y el desamparo.

Con respecto a la pasión por los pleitos, de la que hacen gala nuestros coterráneos, es justo reconocer que gran parte de esa tendencia obedecía al minifundismo que convirtió nuestra tierra en un conjunto de propietarios sin propiedades. Esa característica de nuestro sistema productivo del sector primario y agrícola llevó a Julio Camba a publicar su obra sobre “Propiedad, abogadismo y política”, inspirada, como es lógico, en la excesiva atomización de la propiedad rural gallega.

También debe señalarse que en Galicia está muy arraigado el sentimiento de la justicia. Podríamos decir que el afán justiciero de los gallegos responde a la tesis de Rudolf von Ihering, el eminente romanista germano, que destacó cómo el derecho se consigue y realiza a través del sentimiento activo que de la justicia tiene el hombre. Esa lucha se justifica por sí sola, con independencia del criterio cuantitativo, siempre que el objetivo perseguido consista en alcanzar la justa reivindicación y reconocimiento de los derechos. Es decir, que se lucha más por el fuero que por el huevo. Esa tendencia que hace al gallego especialmente proclive a pleitear, adquiere su máxima expresión en lo que los siquiatras forenses denominan “delirio querulante o pleitista” del que, en nuestra experiencia profesional, tuvimos un claro ejemplo en el que la Audiencia Provincial de Lugo, en un juicio oral por un delito de asesinato y dos de lesiones graves, apreció en la condena del acusado, la atenuante de “delirio querulante o pleitista”.

Todo lo anterior quedaría inconcluso si, al mismo tiempo, no destacásemos la importancia que en la configuración de la mentalidad gallega tienen factores geográficos y, muy especialmente, los relacionados con el paisaje. En relación con este aspecto, Ramón Piñeiro, se apoya en el escritor y paisano nuestro, el lucense Angel Fole, reconociendo que en sus diversos artículos sobre Galicia, brillan siempre dos notas espirituales que responden a una típica asociación de la mentalidad gallega: Una nota irónica, humorística, y una nota sentimental, lírica con las que se corresponden las dos actitudes valorativas que la caracterizan: una actitud irónica para mirar a los hombres y a las cosas humanas y una actitud evocativa, sentimental para mirar al paisaje y a las cosas de la naturaleza. Siguiendo este pensamiento del propio Fole, Ramón Piñeiro termina afirmando que la identificación con el paisaje es uno de los principales caminos en el descubrimiento pleno del alma de Galicia.

Finalmente, podríamos decir que en el análisis y conocimiento de la mentalidad gallega es fácil descubrir su complejidad y el cúmulo de factores de orden exterior y, también, de su propia actitud vital y espiritual, que conforman la plenitud de su personalidad y las características de su conducta y comportamiento, tanto individual como social. Pretender resumir o sintetizar esos rasgos, sería esquematizar una realidad personal y social que lo trasciende. Si los gallegos no somos totalmente así, por lo menos nos aproximamos a su verdadero perfil, pues en este punto hay que coincidir con Carlos Martínez Barbeito en que la verdad no es absolutamente alcanzable y que todos los esfuerzos del hombre por lograrla, son meras aproximaciones. Eso no excluye que la lucha por la verdad y la justicia sean metas irrenunciables del espíritu humano.

viernes, 2 de marzo de 2012

XLV Capítulo de la Enxebre Orde da Vieira: Relación de nuevos cofrades


BENIGNO AMOR BARREIRO. Gerente de la Asociación de Balnearios de Galicia. Santiago de Compostela

FRANCISCO JAVIER CABO SALVADOR. Presidente de la Sdad. Internacional de Cirujanos Cardiovasculares. Madrid

FLORENTINO CACHEDA LÓPEZ. Administrador. Grupo Florentino. Moda Masculina. Lalín (Pontevedra)

LEOPOLDO CALVO-SOTELO IBAÑEZ-MARTÍN. Letrado Mayor del Consejo de Estado. Marqués de la Ria de Ribadeo. Madrid

JUAN JOSÉ CASARES LONG. Rector de la Universidad de Santiago

JESUS DEVESA MÚGICA.Catedratico e Investigador.U. de Santiago.
Fundacion FOLTRA.

DIEGO DOMÍNGUEZ VIDAL. Restaurador. Madrid

JOSE MARÍA FONSECA MORETÓN. Presidente Grupo TERRAS GAUDA. Vigo

JOSE GIL LÓPEZ. Presidente de Casa Galicia. Nueva York

ANTÓN LAMAZARES. Pintor. Berlín

RAMON LÓPEZ VILAS. Director Gabinete Jurídico. Madrid

RAFAÉL LOUZAN ABAL. Presidente Diputación de Pontevedra

ALFONSO RUEDA VALENZUELA. Conselleiro de Presidencia, Administracions Públicas e Xusticia. Xunta de Galicia

MODESTO SEARA VÁZQUEZ. Rector. Grupo de Universidades Oaxaca (México)

FRANCISCO SILVA CASTAÑO. Director General de SOGAMA. A Coruña

MARIANA VICAT DE BLANCO. Empresaria. Buenos Aires

JUAN LUIS VIÑAS LANDÍN. Presidente Grupo CARRIS. Santiago de Compostela.

jueves, 1 de marzo de 2012

XLV Capítulo de la Enxebre Orde da Vieira: Relación de distinciones



v    AL MÉRITO EMPRESARIAL: Fernando Álvarez Lamelas. Presidente del  del Grupo BEROA

v    AL MÉRITO EN LA COMUNICACIÓN: Antonio D. Olano. Periodista y escritor

v    AL MÉRITO JURÍDICO: Jesús Souto Prieto. Magistrado del Tribunal Supremo              

v    AL MÉRITO EN LA MEDICINA: Avelino Senra Varela. Catedrático,Medicina Interna. Universidad de Cádiz.

v    AL MÉRITO EN EL SERVICIO PÚBLICO: Antonio Bonet Correa. Director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

TROFEOS GALEGUIDADE – 2012

v    A TÍTULO INDIVIDUAL: José Mª Freixedo Tabarés. Catedrático y escritor

v    A PERSONA JURÍDICA: Escola de Canteiros de la Diputación Provincial   de Pontevedra

v    A MEDIO DE COMUNICACIÓN SOCIAL: “Galicia Única”. Revista Digital.

domingo, 19 de febrero de 2012

Convocatoria del XLV Capítulo General Ordinario de la Enxebre Orde da Vieira


"GALEGOS CON EMPUXE"




XLV CAPÍTULO GENERAL
DE LA ORDEN DE LA VIEIRA


Salón-Restaurante RIOFRÍO
Calle Génova, 8 • (Plaza de Colón) Madrid
3 de marzo de 2012, sábado, 20:00 h.

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DIRECCIÓN POSTAL: Apartado de Correos 29139 - Madrid
TELÉFONO: 91 519 08 13 - 620 06 04 07
CORREO ELECTRÓNICO: ordenvieira@gmail.com
WEB: www.ordenvieira.com


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PROGRAMA DEL GRAN ENCUENTRO
DE LA GALICIA DE LA DIASPORA

•Recepción en la “Mesa de Pagaduría. Salutaciones 
entre los próximos, los que llegAn de Galicia, de
otras Comunidades de España y de otros paises.
• Aperitivos de bienvenida.
• Entrada procesional del Consello de la Orden, a los
sones del Himno del Antigüo Reino de Galicia.
Apertura capitular por el Gran Canciller D. Enrique
Santín Díaz.
• Entrega de las distinciones “Madrigallegos de Oro-
2012”
• Investidura de nuevos Caballeros y Damas de la
Orden, algunos procedentes de varios países.
• Otorgamiento de los “Trofeos Galeguidade-2012.
•Clausura capitular con la interpretación solemne del
Himno Gallego.
•Cena marinera

A QUEIMADA DA XUNTANZA

•Oficiada por el Gran Maestre de Queimadas, Fernándo
Gómez, en mágico ritual coreado por toda
la concurencia.
•Sorteo de exquisitos productos de la tierra y de
otros simpáticos obsequios que nos envian algunas
firmas amigas y cofrades.


martes, 17 de enero de 2012

Apuntes Jacobeos: Las peregrinaciones en el siglo XX




    6.10.- La peregrinación en el siglo XX. En la actualidad vivimos un renacimiento de las peregrinaciones. La gente está ansiosa de experiencias, de vivencias espirituales, de novedades. En los últimos doce años, excluidos los años santos, el número de peregrinos ha crecido a un ritmo del 23,7 por ciento anual. Los lugares de origen son numerosos, como las profesiones y las edades. Forman la riada silenciosa, o no tanto, que llega mayoritariamente a Compostela en los meses de Julio y Agosto (más del 60% para años ordinarios). Son heterogéneos, variopintos, de distintas culturas... pero iguales. Personifican el ansia de conocer, la búsqueda del más allá, de aquella ultreia medieval y misteriosa, del descanso tras el cansancio agotador. Son los peregrinos actuales, quizá los mismos de siempre...
 
      El peregrino típico es joven, quizá de entre veinte y treinta años (30% de los casos); suele ser varón (un 65% de las veces) y, como cabría esperar, español (70% de ellos). Su comunidad de origen podría ser Galicia, Cataluña, Castilla León, Euskadi o Valencia (un 10% para cada una), pero lo más habitual (un 20% de los casos) es que sea madrileño. Estudia (en el 30% de los casos) y viene a pie (60% de las veces)...

      Ya tenemos pues al arquetipo de peregrino: un estudiante madrileño de entre veinte y veinticinco años, que llega a Santiago a pie y que, y esto es lo importante, peregrina a Compostela por motivos religiosos (65% de los casos). Sí, ya tenemos al arquetipo, pero bueno será señalar que esas condiciones juntas sólo se dan en uno de cada veinte peregrinos (es decir, en el 0,5% de ellos).

      El peregrino de hoy en día, antes de partir, llena su mochila de mapas, guías y consejos. Por eso, ¿quién se atrevería a darle alguno más? Sería difícil encontrar algo original... salvo que busquemos en el pasado. He aquí -¿se acuerdan de nuestro amigo napolitano, del joven Nicola Albani?- unas sugerencias ya un tanto rancias, pues cuentan con unos 250 años de vida, pero que, aun así, tal vez, nos ayuden a preparar nuestro espíritu:

- Primero: Se debe viajar en buena compañía, y si no pudiera ser, recordar que meglio solo che mal’accompagnato.
- Segundo: que nadie se ponga en viaje si no goza de buena salud... y si no está acostumbrado a lo malo y a lo bueno, pues en caso contrario morirá por el camino.
- Tercero: el viajero no debe ser meticuloso en su comida, porque si busca delicadeza o limpieza no lo encontrará ciertamente... y no le faltará cualquier enfermedad.
- Cuarto: no hay que hacerse el gracioso ni charlar sobre lo que se tiene o se deja de tener que con denari, quanto meno si parla, meglio se fà.
- Quinto: la persona debe ser hábil, astuta, maliciosa y fina de cervello para que no se deje burlar por nadie durante el viaje, y debe ser político, acomodándose siempre al uso del lugar.
- Sexto y último: El peregrino debe tener atrevimiento para pedir lo que necesite y no ser vergonzoso que, de lo contrario, se morirá de hambre.

 ¿Algo más que decir? Bueno, sí: peregrina a Santiago, pero no te olvides de Galicia, de ese entorno mágico que prepara el alma para el encuentro con el más allá, de esos verdes agrisados por la niebla donde los espíritus vagan todavía libres, de esas piedras contra las que el mar se hace añicos. Ven, conoce Galicia, y si no la encuentras, búscala entre las arenas de las playas, entre los toxos de los montes, entre las ermitas olvidadas por los tiempos; busca, y recuerda la respuesta que Gerardo Diego daba a Ramón Otero Pedrayo:

                             ¿Que dónde está Galicia? En la cautela
                             de la luz mansa que al besar enjoya,
                             en el collar de espuma de la boya
                             y en el tosco remiendo de la vela.

                             En la vaca también color canela
                             y en la vocal que su dulzura apoya
                             y en el molusco mariscado en Noya
                             y en el sueño del tren por Redondela.

                             Búscala en la sonrisa tan arcaica,
                             tan ambigua y angélica y galaica
                             de la muiñeira y ribeirana airosa.

                             La hallarás, piedra lírica, en el pazo,
                             piedra de oro y verdín, piedra leprosa.
                             Y donde haya un regazo, en el regazo.