lunes, 20 de abril de 2009

El largo periplo de los gaels

Pero, ¿de dónde provenían estos gaels o goidels? Las viejas tradiciones irlandesas parecen coincidir en señalar como patria ancestral de los gaels las llanuras de Escitia, más allá del mar Negro y del mar Caspio, quizá en la alta meseta irania. Pero esas tradiciones fueron reelaboradas por los copistas cristianos del medioevo que las enriquecieron con algunos elementos bíblicos. Por ello, vemos a nuestros héroes descender del mismísimo Noé, a través de su hijo Jafeth y del bisnieto de éste Fenius Farsaid, uno de los setenta y dos próceres que participaron en la construcción de la Torre de Babel. Nel (o Niul), un hijo de Fenius, viajó hasta Egipto, donde fue bien recibido por el Faraón Cingris, quien le dio a su hija Scota como esposa. Allí fueron padres de un niño, al que llamaron Goidel Glas, por el que sus descendientes llevan el nombre de celtas goidélicos o, simplemente, gaels.

Tras unos años de feliz convivencia con los nativos, los gaels decidieron abandonar Egipto comandados por Sru, uno de los hijos de Goidel Glas, y navegaron Nilo abajo para comenzar un amplio y duro periplo por todo el Mediterráneo. Tras la muerte de Sru, su hijo Eber Scot, nuevo chieftain del clan, trata de tomar tierra en distintas localidades, pero fue rechazado una vez tras otra. Libra feroces batallas con diversos pueblos, entre los que destacan los longobardos, pero sin éxito. Al Final, cansados y hambrientos, deciden encarar las columnas de Hércules y dirigirse al tenebroso mar Océano. Para entonces tenían ya un nuevo chieftain llamado Brath que, con sólo cuatro pequeñas formaciones de naves, consigue desembarcarlos en las costas occidentales de Iberia.

Brath muere en la batalla por la posesión de estas tierras dejando a su hijo Breoghan, descrito como gentil y valiente, la misión de conquistarlas y pacificarlas.
-
Entradas: anterior, siguiente