sábado, 21 de diciembre de 2013

La EOV os desea unas felices fiestas



La EOV os desea unas felices fiestas navideñas

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Emilio R. Barrachina estrena su documental sobre el metílico


Hace cincuenta años, una intoxicación por alcohol metílico causó centenares de muertes en España.


Garrafas con alcohol metílico
Nota: Podréis ver este documental en la Casa de Galicia en Madrid, el 28 de enero de 2014, por gentileza de su director Emilio Barrachina, la Asociación de Empresarios Gallegos en Madrid (Aegama) y la propia Casa de Galicia.


Emilio Rodríguez se despertó una mañana de 1963 en su aldea de A Pena (Orense), se asomó a la ventana para ver sus viñedos y todo estaba nevado. Era pleno mes de agosto. Se fue al baño, se miró al espejo y allí también nevaba. Minutos después perdía la vista para toda la vida. La noche anterior se había tomado una copa de licor café de garrafa que provenía de las bodegas de Rogelio Aguiar.

Han pasado cincuenta años de esto, un caso real con el que arranca el documental del director de cine Emilio Ruiz Barrachina. Lo acaba de estrenar en el Festival Internacional de Cine de Orense y se emitirá próximamente en la Televisión de Galicia y en La 2 de Televisión Española.

El trabajo audiovisual narra los hechos del denominado Caso del metílico, el mayor envenenamiento masivo de la historia de España provocado por metanol o alcohol metílico, y que por intereses políticos y económicos trató de ocultarse en la época. Como consecuencia, muchos de los fallecimientos fueron registrados como muertes naturales.

"La bodega de Rogelio Aguiar no vendía el alcohol con su sello, sino que lo distribuía en garrafón a otros bodegueros para que lo embotellasen. Se sabe que compró en Madrid 75.000 litros de alcohol metílico porque, según manifestó, le dijeron que se podía consumir si se rebajaba con agua. El alcohol que compró estaba destinado a la fabricación de combustible de aviones", explica a SINC Ruiz Barrachina.

La realidad era que el alcohol metílico costaba la mitad que el etílico y quería hacer negocio. Con esos 75.000 litros, él fabricaría un total 125.000 que pondría a la venta a bodegas de toda España en garrafas. Uno de los lugares donde llegaron primero fue Lanzarote, porque había un bodeguero en Vigo con muy buenas relaciones con Canarias.

"Es por eso que la primera persona que relaciona el consumo de determinadas botellas de alcohol con los fallecimientos y la ceguera es una farmacéutica canaria, Elisa Álvarez. A partir de ahí empieza la investigación. Pero la tragedia se extiende por toda España, y donde más incidencia tiene es en Galicia", añade el director de cine. Tan solo una copa de licor café o de orujo fue capaz de dejar ciego o matar a quien se la bebió.

"El metanol produjo en aquel momento una tragedia que a veces se reproduce por la ignorancia de la gente. Este producto tóxico se absorbe y se metaboliza en el hígado creando ácido fórmico y formaldehído. El primero provoca problemas digestivos y síntomas de embriaguez –como una intoxicación etílica–, y el formaldehído ataca la retina y causa la ceguera. La muerte sobreviene porque una vez absorbido pasa rápidamente a los órganos y puede provocar un coma", declara a SINC Rosario Moyano, catedrática de toxicología de la Universidad de Córdoba.

Por esta intoxicación falleció sobre todo gente de extracto social bajo, consumidores de aguardiente o licor café de garrafa. Al ser en su mayoría personas de los pueblos y con pocos recursos, muchas de ellas se consideraron muertes naturales.

La bebida asesina pudo llegar a Nueva York

En el juicio se mezclaron los intereses económicos y políticos del franquismo. El gobierno de Franco iniciaba por entonces una costosa campaña para vender al exterior que España se había modernizado y quería ofrecer nuevas oportunidades al turismo.

"Si este caso se llegaba a conocer y saltaba a los medios internacionales, como tenía que haber sucedido, todo aquello se podía venir abajo y por eso trataron de ocultarlo", apunta el director del documental.
Por otra parte, España continuaba recibiendo dinero de EEUU y este escándalo hubiera repercutido en las relaciones con los estadounidenses.

Lo que se hizo, de la manera legal que entonces creyeron más oportuna, fue plantearlo no como homicidio involuntario, sino como un juicio de atentado contra la salud pública, un mal menor. "Lo equipararon a vender productos caducados y por ello el resultado es que solo se reconocen 51 muertes", subraya Ruiz Barrachina.

Durante el juicio hubo once imputados que fueron condenados. Sin embargo, ninguno de ellos llegó a cumplir íntegra su condena. Además, las cuantiosas indemnizaciones que debían pagar a las víctimas nunca llegaron porque se declararon insolventes.

El fiscal del caso, Fernando Seoane, siempre defendió que solo con hacer un sencillo cálculo matemático de lo que pueden producir 125.000 litros de alcohol tóxico en el mercado, se podía saber la magnitud de la tragedia. Seoane estimaba que las víctimas estuvieron por encima de 5.000, entre fallecidos y personas que se quedaron ciegas.

Debido a las enormes cantidades de alcohol metílico que vendió Rogelio Aguiar, algunas de las garrafas llegaron incluso al otro lado del Atlántico, como indica el escritor y periodista de investigación Fernando Méndez en su libro Metílico, 50 años envenenados, en el que está basada la película.

"En el puerto de Nueva York fue intervenido un envío procedente de Vigo de bebidas contaminadas con alcohol metílico, según recoge el sumario del caso. Debido al descontrol de las autoridades sanitarias y de aduanas, no se sabe con exactitud qué cantidad pudo llegar realmente. Lo que sí coincide en el tiempo, primavera del 63, es la muerte masiva de vagabundos en la zona de Manhattan por alcohol metílico, con bebidas baratas que provenían de garrafón. Los diarios se hicieron eco de ello. Es mucha coincidencia", argumenta a SINC Méndez.


Su libro está escrito a partir de una investigación de cinco años, de los más de 30.000 folios del sumario del juicio. "No sé si podría volver a abrir el caso y aportar nuevas pruebas, pero creo que las víctimas merecen por lo menos un reconocimiento social que no han tenido en los últimos 50 años", subraya Méndez.

Sinc/Eva Rodríguez

viernes, 13 de diciembre de 2013

Luis Pereiro Álvarez y la galleguidad de Colón


Mapa de las Rías Gallegas con la toponimia de Colón

Un religioso fallecido lega a su heredera varios tomos en los que concluye el origen pontevedrés del almirante

Un personaje enigmático, el jesuita Luis Pereiro Álvarez, dedicó décadas de trabajo a investigar el origen de Cristóbal Colón. Sus investigaciones se conocieron después de su muerte, cuando lega a sus sobrinas-nietas una maleta, oculta en una vivienda, repleta de documentos. Sorprendentemente sus estudios no siguieron las teorías de De la Riega (de la que beben todos los historiadores que defienden el origen español) pero llega a la misma conclusión: Colón era gallego. La Asociación Cristobal Colón Galego se propone analizar rigurosamente su obra y sacarla del anonimato.

El verdadero precio de todas las cosas es el esfuerzo y la dedicación que suponen. Y el jesuita Luis Pereiro Álvarez pagó con décadas de trabajo su empeño por saber más de la vida de Cristóbal Colón, un personaje al que dedicó gran parte de su vida y, de hecho, el religioso se murió convencido de que su obra prueba el origen gallego del navegante.
Solitario y enigmático, su biografía es en gran parte un misterio, incluso para su propia familia. Nació el 29 de enero de 1916 en Remoiño, en Arnoia-Ourense y se ordena a los 19 años (ingresó en los Jesuitas el 12 de octubre de 1935). Un año después emigra para huir de la guerra civil, pero se desconoce si se marchó a Bélgica o a Francia.
Es solo uno de los misterios que rodean a este personaje que el 20 de noviembre de 1973 abandona la compañía de Jesús con la idea de montar su propia congregación religiosa.
A partir de ese momento, se centra plenamente hasta su fallecimiento en 2006 en sus investigaciones sobre Colón.
Reside en una vivienda de planta baja en el centro de Salamanca y devora cualquier obra y documento atribuido al mavegante, para ir separando palabras y haciendo interminables listas: ¿cómo sería ese mismo vocablo en español, en latín, en portugués y en gallego? Son los idiomas que él domina, más que Menéndez Pidal, que fue uno de los defensores del origen español y empleó un método semejante.
Meticuloso, todas las palabras que pudo haber utilizado Colón aparecen en sus cuadernos por orden alfabético y bajo distintos títulos: "Diario de Colón", "Libro de la primera navegación", "La lengua materna de Cristóbal Colón", "Palabras gallegas de Colón"...
Después de estudiar el léxico y todo tipo de frases que pudo haber empleado Colón, se centra en la toponimia; mapas y mapas en papel cebolla de las rías y de cómo los nombres de sus accidentes geográficos aparecen reproducidos en las costas americanas.
Documentos, monumentos, tradiciones, el origen del apellido, los motivos por los que pudo ocultar su origen... Todo lo relacionado con Colón es minuciosamente analizado.
Reúne la totalidad de su trabajo bajo el título de "Colón de España" y, consciente de su importancia, la registra en los años 1998 y 2000 en Madrid y Castilla-León. Es una obra monumental, 12 tomos de los que su familia no tenía ni conocimiento.
Concienzudo hasta el final, hizo testamento ante el notario Julián Marcos, del colegio de Valladolid, y detalla donde estaba su gran tesoro: en una maleta que permanecía oculta en una vivienda. Adjunta además notas precisas sobre cómo publicar la obra o el alcance de su importancia.
Sus herederas, sus sobrinas-nietas Marisol y Míriam Pereiro (en la imagen que ilustra esta información, Míriam con su marido, Pedro Rey Fernández) desconocía práticamente todo de la vida del jesuíta y tuvo conocimiento de su legado cuando el notario se puso en contacto con ella para hacérselo llegar.
Tras un primer estudio crítico superficial (el legado acaba de hacerse público) los integrantes de la Asociación Cristóbal Colón Galego comprueban que Luis Pereiro ni cita en sus investigaciones a De la Riega, el autor que lanzó hace un siglo la teoría del origen pontevedrés del navegante, pero sorprendentemente llega a la misma conclusión. Para ello se basa además en las mismas claves: las numerosas frases y palabras en gallego que emplea Colón, sus expresiones o los nombres con los que bautiza las costas americanas a las que va llegando y que se corresponden con nombres de las rías gallegas.
La Asociación Cristóbal Colón Galego se propone ahora llevar a cabo un estudio riguroso de la obra y sacar del anonimato a un jesuíta que siguió la máxima de San Agustín: reza como si todo dependiera de Dios, trabaja como si todo dependiera de ti
Susana Regueira / Faro de Vigo

jueves, 12 de diciembre de 2013

La Asociación de Empresarios Gallegos en Madrid, Aegama, entrega sus distinciones 2013 en un acto celebrado en la Casa de Galicia de Madrid


La plana mayor de Aegama: José Cerdeira, Justo Trashorras, Francisco Cal, Enrique Santín, Íñigo Osset, Ana Bodelo, Felisa F. Lombardero, Julio Lage, Francisco Silva, José Manuel P. Vázquez, Manuel D. Limeres, Argimiro Guillén, Miguel Romay y Ramón Rey. Foto: seixas@lalinpress
Ayer día 11, la Asociación de Empresarios Gallegos en Madrid celebró su cóctel de Navidad en el que aprovechó para distinguir a algunos de los asociados que más han colaborado con la Asociación a lo largo de sus 23 años de existencia. El acto comenzó con las palabras del Presidente, Julio Lage, quien se alegró por el trabajo realizado durante el año que acaba y animó a todos a seguir colaborando con la Asociación durante el próximo. Asimismo, felicitó a los asociados distinguidos por su colaboración con Aegama y aprovechó para desear a todos unas felices fiestas y un próspero año 2014. 

Los asociados distinguidos en este 2013 fueron: 

ManuelDomínguez Limeres
RamónRey Mendoza
ManuelRodríguez Ferreiro
José MiguelRomay Graña
Carlos JavierTorres Diz
FranciscoSilva Barro
JustoTrashorras Díaz
ArgimiroVázquez Guillén
ManuelSeixas Calviño
EnriqueConde Blanco
FelisaFernández Lombardero
ÍñigoOsset Rambaud y
AnaBodelo Cao

Seguidamente se contó con la brillante actuación musical de Jayme Marques, quien deleitó y entusiasmó a todos con su música caliente e hizo revivir viejos tiempos. La fiesta se completó con el correspondiente cóctel y un brindis por el nuevo año acompañado con los correspondientes dulces de Navidad.

Os recordamos que el próximo evento importante de Aegama será el Premio Victoriano Reinoso, que se entregará a D. Ángel Ron, Presidente del Banco Popular, el próximo 20 de enero en el Meliá Castilla.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Apuntes Jacobeos: Diez personajes del Camino


 Diez personajes del Camino
  
      Pero, ¿quién hizo el camino? Autores hay que dicen que ya estaba hecho mucho antes de ser descubierto el sepulcro apostólico, que ya circulaban por él gentes deseosas de ver el fin del mundo, gentes que peregrinaban a la tumba de Prisciliano o a otro sitio. Otros, los franceses, pensaban que había sido el gran Carlomagno, el vencedor de los moros, el que lo había hecho por encargo del mismo Apóstol. Pero no. Olvidémoslo todo. El camino, tal como lo conocemos, lo fueron haciendo los peregrinos con sus pies, con el pisar de sus bordones, con esa piedra que apartaban o ese tronco que echaban al río. Hubo, claro está, hombres, muchos de ellos anteriores peregrinos, que se dedicaron a cuidar de aquellos pasos, de aquellos senderos. Y hubo también quienes hablaron de él, lo promocionaron y contribuyeron con sus escritos a mantener la riada de caminantes. Fueron, unos y otros, camineros y caminantes, los famosos viatores, los que contribuyeron a hacer camino. Y fueron muchos, pero sólo recordaremos a unos pocos.

Carlomagno, según Luis Félix Amiel (1802 - 1864)

      9.1.- Carlomagno.- En el libro IV del Códice Calixtino, el atribuido a un legendario arzobispo Turpin, presente en Roncesvalles, nos cuenta que el Apóstol Santiago se encontraba triste y apenado de ver cómo las tierras por él evangelizadas habían caído en manos de los sarracenos. Así que, una noche, se le apareció en sueños a Carlomagno y le dijo:

      El camino de estrellas que ves en el cielo significa que has de ir desde estas tierras hasta Galicia con un gran ejército a combatir a las pérfidas gentes paganas, y a liberar mi camino y mi tierra, y a visitar mi basílica y mi tumba. Y después de ti irán allí peregrinando todos lo pueblos de la tierra. En recompensa por tus fatigas, obtendré de Dios para ti la gloria celestial y tu nombre permanecerá en la memoria de los hombres mientras dure el mundo.

      Carlomagno puso manos a la obra y no paró hasta llegar a Pampilonia (Pamplona) donde sus robustas murallas le retuvieron durante tres meses, hasta que un buen día se desplomaron solas para permitir la entrada del emperador. Desde allí se dirigió a Compostela, donde oró ante la tumba del Apóstol, y continuó hasta Iria Flavia donde el arzobispo Turpin, su perpetuo acompañante, pudo bautizar a todos los paganos. Luego siguió conquistando tierra de infieles y obteniendo rico botín con el que enriqueció la iglesia del Apóstol y mandó construir otros numerosos templos. Finalmente regresó a su tierra donde siguió gastando el tesoro obtenido de los agarenos en la construcción de iglesias y santuarios.

      Pero Carlomagno no pudo dormir tranquilo durante mucho tiempo. Por el sur habían llegado a Iberia los almorávides, y con la ayuda de su rey Aigolando los musulmanes se apoderaron nuevamente de las tierras conquistadas por el emperador. Carlomagno tuvo que volver a España para, con la ayuda de sus doce pares, vencer a Aigolando e, incluso, a Almanzor. Luego estableció el Camino de Santiago, nombró a Compostela sede Apostólica y la proclamó la segunda de las iglesias de la cristiandad (sólo por detrás de la de Roma). Finalmente regresó a Francia, y todo hubiera ido bien si no fuera por la traición de los reyes de Zaragoza que provocaron la terrible tragedia de Roncesvalles.

      La leyenda de Carlomagno, atribuida al obispo Turpin, no pasa de ser un mero intento de hacer al emperador como origen de todo el culto compostelano. Sin embargo, a pesar de lo inverosímil de lo contado por este libro cuarto del Códice Calixtino, su influencia sobre la difusión y atracción de Santiago, especialmente para los galos, fue innegable.