sábado, 1 de mayo de 2010

El maestro Mateo

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Autorretrato del maestro Mateo, también llamado "o santo dos croques"

3.7.- El maestro Mateo. ¿Qué podríamos decir de él si de él nada sabemos? No sabemos dónde nació, ni si era hispano o francés; tampoco dice crónica alguna dónde murió, ni cual fue su formación. Sería pues un misterio si no pudiéramos contemplar su obra que nos lo explica todo, todo lo que es necesario saber y conocer. Él fue arquitecto de la catedral, en cuya obra trabajó; colaboró en la construcción de la cripta, proyectó un bello claustro del que nada queda y talló un coro en duro granito, hoy reconstruido en parte, que fue la admiración de todos. Pero, por si eso fuera poco, Mateo diseñó y talló con su equipo un pórtico, el Pórtico de la Gloria, que es una de las cimas del genio humano, una de las obras más geniales del románico y de la escultura de todos los tiempos.

Detalle del coro pétreo

¿Que necesitamos más? Pues también sabemos de su humildad, porque quien había diseñado una obra tan extraordinaria no osó retratarse a sí mismo en un lugar señero, quizá próximo al mismo Apóstol, no; más bien se escondió tras el parteluz, de rodillas, con la cabeza gacha, humildemente, sin atreverse a levantar la mirada hacia la omnipotencia representada por las figuras del altar mayor. Como dice Torrente Ballester, Mateo orante es una lección perenne de humildad. Enseña a prescindir de toda vanidad. Aunque la otra lección, la labrada en dura piedra, hubiera justificado cualquier orgullo. Pero entonces Mateo no sería una elegante figura.

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