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2.6.- Rezar una oración ante la tumba del Apóstol. Una vez que se ha abrazado la imagen del Apóstol, se bajan las escaleras que conducen a la Cripta donde se conservan los restos del apóstol peregrino. El espacio existente es muy pequeño, y la oración debe ser rápida pues es necesario dejar sitio a nuevos visitantes.

Como consecuencia del ocultamiento llevado a cabo por el arzobispo San Clemente ante las amenazas del pirata inglés Drake, los santos restos permanecieron desaparecidos durante tres siglos. Sin embargo, cuando Albani llegó a Compostela en 1743 y quiso visitar la tumba, se le dio una disculpa un tanto extraña: me dicen que el glorioso cuerpo de Santiago yace bajo el altar mayor y no es visto por nadie, y dicen que hace un siglo o antes se podía ver por todos el santísimo cuerpo, pero por la gran insolencia de cada día, el Santo quiso no dejarse ver más por nadie, de modo que un tal Marcelo, arzobispo de dicha ciudad, queriendo satisfacer la curiosidad de bajar al sepulcro, perdió la vista y tembló toda la ciudad con fiero terremoto...
--- Sir Francis Drake

Hoy el interés por la visión directa de las reliquias ha desaparecido y los viajeros ya no se sienten disgustados por ello. Queda, si acaso, la duda científica sobre el origen incierto de los restos que la leyenda hace corresponder a Santiago el Mayor, el hijo de Zebedeo; pero ningún creyente, más allá de lo que diga la ciencia, renuncia a la breve oración que sugiere este lugar santo.