lunes, 10 de junio de 2013

Apuntes Jacobeos: Caballero, que no pescador


La fortaleza de Clavijo

      8.3.- Caballero, que no pescador. Tras la batalla de Clavijo, la tradicional imagen del Apóstol fue cambiando paulatinamente hasta adoptar el típico y conocido aspecto de caballero Matamoros. Pero hubo un tiempo en que  esa imagen aún no estaba consolidada, y fue entonces cuando el conocido milagro de la conquista de Coimbra vino a afianzar al Apóstol como valedor de caballeros...

      Estaba un día el obispo griego Esteban orando, cuando oyó que un grupo de aldeanos hacían lo mismo y se dirigían al Apóstol en estos términos: Santiago, buen caballero, líbranos de los males presentes y futuros. El obispo se sintió molesto de que trataran al Apóstol como lo que, en su opinión, no era y se dirigió a ellos diciéndoles: Aldeanos tontos, gente necia, a Santiago debéis llamarle pescador y no caballero.

      Pero esa mima noche se le apareció el Apóstol vestido con blancas ropas y armado como caballero y le dijo: Esteban, tú mandaste que no me llamaran caballero sino pescador, por eso me presento de esta forma, para que no dudes más de que milito al servicio de Dios y de que precedo a los cristianos en su lucha contra los sarracenos y salgo vencedor de ellos. Luego tomó unas llaves que tenía en la mano y continuó: para que creas firmemente, mañana mismo, con estas llaves que tengo en la mano, abriré las puertas de la ciudad de Coimbra que lleva siete años de infructuoso asedio por el rey Fernando. Y dicho eso, se desvaneció a sus ojos.

      Por supuesto, la caída de Coimbra no tardó en confirmarse y el obispo Esteban recomendó a todos que, en la milicia, invocaran al Apóstol pues siempre daba la victoria a los cristianos  que así lo hacían.

No hay comentarios:

Publicar un comentario