miércoles, 11 de septiembre de 2013

En memoria y recuerdo de Enrique Beotas

 
Enrique Santín, Canciller de la EOV
  
 Por Enrique Santín, Canciller de la Enxebre Orde da Vieira
 
Decir que el 24 de julio, el trágico accidente ferroviario, ocurrido en las inmediaciones de Santiago, conmovió a toda España, es constatar una evidencia. Ante aquella desgracia, muchos contuvimos la respiración y sentimos atenazadas nuestras gargantas de dolor y de rabia, ante la triste realidad de unos hechos que nos resistíamos a aceptar y reconocer. Aquella fatídica fecha y aquella maldita curva de Angrois convirtieron en “nefastos” los “fastos” del Apóstol, que, Galicia y España, se disponían a celebrar con la solemnidad y brillantez de otros años. Pero la muerte vino a truncar muchas vidas y causar lesiones a muchas personas que sin pretenderlo, algunas de ellas realizaban el que sería su último viaje.
 
Afirmada, con carácter general, la anterior consternación que nos produjeron y nos producen todas las víctimas de aquel luctuoso accidente, permítaseme que en la doble condición de fundador de Aegama y Canciller de la Orden de la Vieira, a cuyas dos entidades pertenecía Enrique Beotas, le dedique a este “gallego de Ávila” un merecido y sentido recuerdo y homenaje. En primer lugar, me permito afirmar que para los gallegos, Beotas no se fue; a Beotas nos lo han arrebatado. Beotas, ni se ha ido, ni está ausente. Su presencia permanece y se acrecienta en el corazón y la mente de todos los gallegos, sabiendo que, nacido en la ciudad de la mística abulense, fue cautivado por Galicia y supo hermanar cordial y fielmente su ascendencia abulense con su espíritu galaico, universal, peregrino y jacobeo. Fue un atleta de la galleguidad en el mundo.
 
Enrique fue un infatigable defensor y propagador de las más importantes y egregias personalidades de Galicia y de sus obras y realizaciones, tanto en nuestra tierra como en el exterior. A él se debe la afortunada idea e iniciativa de crear la que él bautizó como la “Sexta Provincia gallega”, referida a los gallegos del exterior extendidos por el mundo y que venía a sumarse así a la ciudad de Buenos Aires considerada tradicionalmente como la “Quinta provincia gallega”. Asumido el doloroso trance que nos produjo su muerte, el destino o, si se quiere, la providencia han querido premiar a Galicia, acogiendo sus restos como prenda definitiva de su entrega a la patria de adopción que tanto amó. Querido Beotas, en nombre de todos los gallegos, gracias y paz.
 

2 comentarios:

  1. Muy emotivas palabras del Gran Canceller y un acierto el ponerlas aquí, querido Pepe. Un abrazo, Mayra Machado.

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  2. Felisa Fdez. Lombardero13 de septiembre de 2013, 9:57

    Nos unimos alas palabras de Enrique Santín: GRACIAS Y PAZ

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