miércoles, 18 de septiembre de 2013

Propiedades de la vieira

 
Pecten Jacobaeus. Foto: Wikimedia.org
 
La vieira constituye en la dieta del hombre un alimento de procedencia animal, de la familia pectinidae, género pecten y especie jacobaeus. En lo que se refiere al tipo de alimento, pertenece al grupo mariscos, y por sus características lo enmarcamos dentro de la rama moluscos con caparazón.

En cuanto al aspecto nutricional, es un alimento con un significativo aporte de yodo, selenio, proteínas, agua, magnesio y fósforo. El resto de nutrientes presentes en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son: potasio, vitamina B12, vitamina B3, cinc, sodio, hierro, colesterol, vitamina B6, calorías, vitamina B2, calcio, vitamina B9, vitamina E, hidratos de carbono, vitamina B, retinol, vitamina A, ácidos grasos poliinsaturados, grasa, ácidos grasos saturados y ácidos grasos mono insaturados.

Por la presencia de yodo entre sus nutrientes, la vieira favorece el funcionamiento de los tejidos nerviosos y musculares, así como el sistema circulatorio. Además, el yodo, colabora en el metabolismo de otros nutrientes, y juega un papel esencial en el adecuado desarrollo de la glándula tiroidea.

Por su contenido en selenio, la vieira refuerza la protección contra enfermedades cardiovasculares a la vez que estimula el sistema inmunológico. El carácter antioxidante del selenio, retarda el proceso de envejecimiento celular, a la vez que le confieren propiedades preventivas contra el cáncer. La acción de este nutriente guarda relación con la actividad de la vitamina E.

Por su relevante aporte de proteínas, la vieira es idónea para el adecuado crecimiento y desarrollo del organismo, favoreciendo las funciones estructural, inmunológica, enzimática (acelerando las reacciones químicas), homeostática (colaborando al mantenimiento del pH) y protectora-defensiva.

La vieira contiene un 80,70% de agua, y por lo tanto favorece la hidratación de nuestro organismo, al que debemos abastecer, incluyendo el consumo a través de los alimentos, con una cantidad de agua que oscila entre los 2,7 y los 3,7 litros, dependiendo de cada constitución, de la actividad física desarrollada, o de estados como el embarazo, la lactancia, enfermedad o exposición a fuentes de calor, circunstancias estas últimas donde las necesidades de consumo aumentan.

Al tratarse de un alimento rico en magnesio, contribuye a mejorar tanto el tono muscular como el neuronal, favoreciendo la transmisión de los impulsos nerviosos, y la contracción y relajación de los músculos. La presencia de magnesio, hace además, que la vieira sea eficaz en el reforzamiento del sistema óseo y la dentadura, y muy conveniente para el sistema cardiovascular, ayudando a mantener estable el ritmo cardíaco y la presión arterial, protegiendo las paredes de los vasos sanguíneos y actuando como vasodilatador, evitando de esta manera la formación de coágulos. Además, con el magnesio, se aumenta la producción de glóbulos blancos para beneficio del sistema inmunitario. Se estima que alrededor del 60% del magnesio que asimilamos se asienta en huesos y dientes, el 28% en órganos y músculos, y el 2% restante en líquidos corporales.

Debido al aporte de fósforo, la vieira contribuye a la mejora de determinadas funciones de nuestro organismo como la formación y desarrollo de huesos y dientes, la secreción de leche materna, la división y metabolismo celular o la formación de tejidos musculares. La presencia de fósforo (en forma de fosfolípidos) en las membranas celulares del cerebro es fundamental, favoreciendo la comunicación entre sus células, mejorando de esta manera el rendimiento intelectual y la memoria.


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