viernes, 31 de diciembre de 2010

Compostela. Un xacobeo que acaba

-
(Pulsa en las fotos para agrandarlas o  AQUÍ  para ver más fotos relacionadas con el texto)


Cae el telón, cae la lluvia, todo acaba.
Mañana, cuando amanezca, será otro día.

Pero ahora, sólo nos queda Santiago,
empapada de lluvia,
con su granito cubierto de verdín,
y sus calles vacías.


Llueve en Santiago.
Y la lluvia es arte
-dicen-.

O, más bien, soledad.

La soledad de Fonseca,
de la catedral,
de las calles mojadas.


Y las torres de las iglesias confundiéndose, entre brumas, con las chimeneas.


Allí, el color de un reflejo
calienta una humedad cumplida.
-

Aquí Santiago,
Compostela,
los viejos soportales
y las patas de oca que nada indican.
  

El cantero pica la piedra,
como antaño.


Y la lluvia cae
sobre durmientes campanas.
(Campanas de Compostela,
cando vos oio tocar…)

¡Ah, los viejos recuerdos se apoderan de mi mente!
¡No, no. Fuera!
  

Las marías,
el mercado,
los veinticuatro de la Puerta Santa,
la Quintana vacía.
Y, al otro lado, el Apóstol que espera.


 Serán sólo once años.
Será una vida.
Lloverá
y las calles seguirán mojadas.


Y, tal vez, el valleinclán de bronce,
sentado en su banco,
seguirá mirando
las torres de Compostela,
indiferente al tiempo.
  

Pero, de pronto, el sol, un rayo de sol... dorado.

Y se ve la luna,
menguando,
sobre la barroca fachada.


Y una mano dibuja,
con trazo firme,
los contornos que antaño pintara Casas Novoa.

Sí, sobre el hastial, la luna...

Abajo, losas de granito
donde los maestros gritan consignas,
frente al viejo hospital.


Llueve en Compostela.
Sus calles mojadas seguirán ahí
porque once años no es nada...
para ellas.


¿Nosotros?
Nosotros… ¡qué importa!
Nosotros somos la nada.

(31 de diciembre de 2010. Texto y fotos de José Cerdeira)

martes, 21 de diciembre de 2010

Apuntes Jacobeos: Peregrinación a costa del peregrino

-
Muerte en el Camino

5.10.- Peregrinación a costa del peregrino. Hoy todos sabemos lo poco respetadas que son las propiedades de los turistas, y eso hoy en que los viajes son cortos (en tiempo) y existe el dinero de plástico... Para el peregrino medieval, el peligro de ser expoliado e incluso el de perder la vida en defensa de sus pertenencias debía ser muy alto y de él advierten todas las guías, el Códice Calixtino el primero. Los malhechores se entremezclaban con el inframundo de los vagabundos, haraganes y tunantes de los que eran difíciles de distinguir.

Mendigo
Como corroboración de la situación de inseguridad existente recordemos que, en 1478, el Cabildo compostelano denunció ante Fernando el Católico como algunos caballeros, escuderos y otras personas del reino de Galicia atacan, retienen, roban, matan e hieren a los peregrinos, por lo que los dichos peregrinos por themor et miedo de los susodichos delinquentes no osan yr a la dicha Santa Yglesia de Santiago.

Pero quizá lo que más abundaba era el simple timador, el vendedor de reliquias que, en realidad, no eran sino huesos de perro; el guía que cobraba por enseñar tumbas de santos famosos cuando en realidad el muerto no solía ser famoso ni tampoco santo (al menos conocido). En el Códice Calixtino se relata el caso de falsos herboristas que se dedicaban a la elaboración de pócimas mágicas para la curación de viajeros enfermos y cansados. Numerosos eran los incautos que acababan sin dinero... y dando gracias a Dios si no habían sido envenenados con aquellos brebajes adquiridos como panacea.

Otro aspecto de la delincuencia, no muy comentado, es el de la prostitución, una lacra que obligó a la promulgación de numerosas disposiciones jurídicas capaces de proteger a las mujeres honradas y evitar que fuesen víctimas de la picaresca y de la promiscuidad de sexos. Famosas fueron las meretrices de Puerto Marín y Palas de Rey a las que el Calixtino condena violentamente, y en Astorga había un pequeño recinto, cerrado por unas rejas que todavía se conservan, donde se encerraba a las mujeres pecadoras y a las cuales los peregrinos arrojaban mendrugos de pan por entre los barrotes.

martes, 14 de diciembre de 2010

Aegama, 20 Aniversario

-
"Allí donde se afinca un gallego, lleva consigo la semilla de la prosperidad y el progreso, y también el amor por su tierra natal y el orgullo de ser gallego"
(Esperanza Aguirre)
-
Los presidentes ojean sus obsequios.

Con motivo del 20 aniversario de la Asociación de Empresarios Gallegos en Madrid (Aegama), el Presidente de la Xunta de Galicia y la Presidenta de la Comunidad de Madrid ofrecieron una recepción a los asociados de Aegama. La recepción, que tuvo lugar en la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, reunió a unos 150 empresarios gallegos que escucharon con atención las palabras de sus presidentes. Al final del acto, Francisco Cal Pardo, Presidente de Aegama, obsequió a Núñez Feijoo con una edición de 1852 de las "Escenas Matritenses", de Mesonero Romanos, y a Esperanza Aguirre con un ejemplar de la primera edición del libro de Cela "Del Miño al Bidasoa", editado en 1952.


La Presidenta con un conocido asociado de Aegama
Palabras de la Presidenta:

-

Más información en : 
-

jueves, 9 de diciembre de 2010

José Carracedo Pousada en el Correo Gallego

-
José Carracedo, músico y compositor de Guláns.
Con diez años empezó a tocar en la Banda de su aldea.
Compuso mucho para nuestras Bandas de Música.
- 
José Carracedo Pousada: “Las bandas de música de Galicia tienen un altísimo nivel"

Nació en Gulans, Ponteareas, tierra de algunos de los mejores músicos de Galicia, como los Groba, los Porto, los Soto, Reveriano Soutullo y también varios miembros de su familia, los Carracedo, cuya labor fue fundamental en el desarrollo musical de la zona. Hay que recordar que su bisabuelo fue el fundador de la famosa banda A Unión de Guláns, magnífico semillero de tantas vocaciones musicales. Por eso mismo, por la afición a la música que existía en su familia, el maestro José Carracedo Pousada tuvo clarísimo desde muy temprana edad, sobre todo desde que empezó a asistir a los ensayos de la banda de su aldea, que él también quería ser músico.