jueves, 30 de noviembre de 2017

Saludo de la EOV a Cuba


Palabras de salutación del portavoz de la Enxebre Orde da Vieira a los asistentes al Capítulo Extraordinario de la Orden en el antiguo Centro Gallego de La Habana:



José Cerdeira dirigiéndose a los asistentes al Capítulo Extraordinario de la Enxebre Orde da Vieira en La Habana


Queridas autoridades, queridos cofrades, queridos amigos:

Hoy es un día muy especial para nosotros; hoy, por fin, estamos en Cuba.

La Enxebre Orde da Vieira es un grupo de amigos cuyo origen se remonta al verano de 1967. En aquel año, un pequeño grupo de jóvenes gallegos asentados en Madrid, estudiantes y recién licenciados, decidieron reunirse periódicamente con el fin de promocionar Galicia y de abrir una ventana al mundo de la "galleguidad". El grupo fue creciendo con la incorporación de numerosas personalidades españolas y de otros muchos países amigos hasta ser lo que somos.

Hoy la Orden está integrada por más de 1.500 personas repartidas por unos 28 países de cuatro continentes. Somos obreros, profesionales, artistas, deportistas, intelectuales, políticos, gente de toda condición cuyo único nexo de unión entre nosotros es el amor por Galicia. Cada año, allá por el mes de marzo, nos reunimos en Madrid en lo que llamamos un "capítulo ordinario". El objetivo es simple, renovar los sentimientos de amistad e incorporar nuevos amigos a la bella tarea de promocionar nuestra Tierra. Pero, además de los ordinarios, celebramos capítulos extraordinarios en los que viajamos a diferentes ciudades y países del mundo con el objetivo de ponernos en contacto con los gallegos de esos lugares. Así, hemos celebrado capítulos en Buenos Aires, Río de Janeiro, México, Nueva York, Lisboa, Roma, Irlanda, Polonia, Jerusalén y en muchas ciudades gallegas y españolas.

También, dentro de la labor de promoción de lo gallego, hemos editado más de cuarenta libros que se han repartido gratuitamente entre nuestros cofrades y las principales colectividades gallegas en el mundo.

Pero, lógicamente, nos faltaba algo.

Sí, hace cincuenta años que nacimos con el deseo de convertirnos en voceros de la "galleguidad" y de la hermandad entre las gentes y los pueblos, y desde entonces llevábamos con nosotros una espina clavada en el alma. Los sencillos versos de José Martí, desdibujados en nuestra memoria, se manifestaban una y otra vez convertidos en deseo: Yo soy un hombre sencillo que tiene un hueco en el alma, para que Cuba lo llene, para que me sienta en calma.

Y es que Cuba también es nuestra patria.

Decía hace poco el embajador Juan José Buitrago que "después de la independencia de Cuba, cientos de miles de españoles llegaron a este país en busca de un futuro mejor". Y, en palabras de nuestro cofrade y maestro Eusebio Leal, "no llegaron soldados, ni virreyes, ni funcionarios, llegaron hombres y mujeres que venían a buscar el futuro que su propia patria no podía darles en aquel momento. Aquellos hombres y mujeres hicieron Cuba, y Cuba les hizo a ellos, y ese es el vínculo más poderosos que tenemos".

Entre los gallegos que la necesidad trajo a Cuba, algunos triunfaron económicamente y otros no; algunos regresaron a su Tierra para construir una casa y plantar unas palmeras y otros nunca lo hicieron, quizá porque no quisieron o quizá porque no pudieron. Así es la vida. Pero todos ellos tuvieron una tierra que les dio acogida y les dio oportunidades y les dio de comer. Si todos ellos se levantaran y pudieran hablar de nuevo sería para alzar sus voces de amor por Cuba, para agradecer aquello que más se agradece, porque tuve hambre y me diste de comer.

Hoy, desde este templo de la "galleguidad" que es el palacio del Centro Gallego de La Habana, queremos agradeceros a todos vuestro cariño y vuestro amor por Galicia. Queremos agradecer a quienes lo levantaron y lo convirtieron en el símbolo de Galicia en América; a quienes desde él fomentaron la identidad gallega y lo cedieron para que sirviera de cuna a nuestros símbolos más queridos: nuestra bandera y nuestro himno; y a quienes, con su esfuerzo, restauraron este edificio soberbio y hoy saben cuidarlo y mantenerlo como un auténtico refugio de cultura, sin por ello olvidarse de la actual colonia gallega ni bajar de lo más alto el emblema de Galicia.

Cuba es Galicia y Galicia es Cuba.

Por eso, desde Santiago a Santiago, desde Santiago a La Habana, quiero pregonar mi amor por estas dos tierras del alma.

Y termino. Gracias por estar aquí con nosotros, gracias por hacer esto posible y gracias por hacerme feliz: Yo soy un hombre sencillo que tiene ahíta el alma de los amores de Cuba, de la salsa y de la caña.

Muchas gracias.

José Cerdeira Taboada
La Habana. 30 de noviembre de 2017


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