viernes, 1 de mayo de 2009

Galicia e Irlanda a través de la historia

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Si en la entrada anterior hablábamos de las relaciones míticas entre Galicia e Irlanda, en la de hoy, Carlos de Blas nos resume las intensas relaciones habidas en tiempos históricos, y en la actualidad, entre ambos países. Es sólo un resumen pero, aún así, nos pone de manifiesto los estrechos lazos tanto culturales como vivenciales entre ambos pueblos. ¡Que lo disfrutéis!
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¿Qué entendemos por países celtas?

Independientemente de las consideraciones de la denominada “Liga Celta” que cifra como países celtas sólo los que han conservado, al menos parcialmente, el Gaélico o lengua celta (con sus peculiaridades locales…), no parece de recibo que se restrinja el “celtismo” a los países que integran dicha Liga (Escocia, Cornualles, Gales, Isla de Mann, Irlanda y Bretaña)

En algunos de esos “países celtas” apenas quedan rastros del Gaélico, como le ocurre a Galicia. Pero la lengua es sólo uno de los factores de la cultura de un pueblo, no siempre el más importante. La “arquitectura castrexa”, la protohistoria con sus mitos y leyendas, los ritos, las costumbres, el folclore… son factores coincidentes entre Galicia y los demás países celtas.

Aunque la romanización se impuso y transformó la cultura europea, la influencia romana tuvo menos incidencia en las zonas con orografía de difícil acceso. Esto permitió la pervivencia de lo que hoy denominamos cultura celta y que en España abarca toda la cornisa cantábrica, especialmente lo que hoy comprende Galicia y Asturias. Por lo tanto, no es sólo el uso de la gaita el factor determinante de lo que nosotros consideramos “países celtas

Las costas de Galicia y de Irlanda están bañadas por el mismo mar; ambos países tienen clima similar; parten de una agricultura minifundista orientada al autoconsumo, con especial culto a la patata; son los que mas población aportaron a las Américas y su desarrollo tiene cierto paralelismo, aunque en el balance de los últimos años, Galicia se quedó atrás. Si nos asomamos, por ejemplo, al balcón del Cabo Ortegal (el punto más septentrional de la Península Ibérica) comprobaremos que es el mismo paisaje que los grandes acantilados de la costa oeste de Irlanda. Paisaje y paisanaje, fauna y flora, presentan grandes similitudes.


Irlandeses refugiados en Galicia y peregrinos a Compostela

Como consecuencia de las invasiones sufridas en Irlanda se producen emigraciones de gáelicos-célticos hacia Galicia en los siglos IV a VI. Así fundaron Britonia, al norte de la provincia de Lugo. Incluso construyeron un Monasterio y crearon un Obispado que perduró hasta cerca del siglo XIX. Destruida Bretoña por los viquingos, los irlandeses se establecieron en San Martiño de Mondoñedo (siglo XII)

En 1210, el Arzobispo Henry de Dublín creó un hospital para atender a los peregrinos que, procedentes de diversos pueblos de Irlanda, esperaban las embarcaciones con destino a La Coruña, para acceder a Santiago por el “Camino Inglés”

Las esculturas de barcas que han perdurado en la costa gallega, se atribuyen a los irlandeses, que incluso llegaron a realizarlas en piedra, porteando una colosal hasta Santiago.

El flujo de peregrinos irlandeses a Santiago ha sido constante y progresivo. La muestra mas inmediata es la peregrinación que la Presidenta de la República de Irlanda, Mary Mcaleese, ha realizado en Abril de 2009, junto a su esposo y un pequeño séquito. Fue un admirable ejemplo de discreción, privacidad y sacrificio; caminando a pié desde Sarria hasta Santiago, con etapas de intensas tormentas de lluvia y granizo.


Los colegios de los irlandeses

El apoyo de España a Irlanda para la formación de las nuevas generaciones, en orden a la reconquista del catolicismo, duramente perseguido por la reforma protestante, condujo a la creación en España de los colegios irlandeses en Alcalá de Henares (Madrid), Salamanca, Sevilla y Santiago de Compostela.

En España y especialmente en Galicia, se refugiaron muchos nobles y eclesiásticos irlandeses huyendo de la reforma protestante. Algunos de ellos alcanzaron alto rango en la Administración y en el Ejército.

Para evitar la presión sobre los prelados nativos, el Papa nombró a Fray Mateo de Oviedo, Arzobispo de Dublín. Gracias a su mediación se organizaron varias expediciones de refugiados hacia Galicia. En 1583, Fray Mateo regresó a Santiago, siendo nombrado profesor de la universidad y Superior del Convento de San Francisco. Como es de suponer, mantuvo estrechos contactos con la colonia irlandesa en Santiago, siendo siempre su principal valedor.

El Colegio de Irlandeses en Santiago era una institución docente de gran prestigio en el siglo XVII. Se ubicaba en el corazón de la ciudad, concretamente en el número 44 de la actual Rua Nova, donde luego se instaló la Cámara de Comercio.

El Colegio fue regido en un principio por el sacerdote irlandés Enrique Maccarty y posteriormente pasó a cargo de los Jesuitas, hasta 1770 en que cerró sus puertas.

Sobre el solar se construyó el hermoso Pazo de Ramirás, que incluso actualmente denominan el “antiguo colegio de los irlandeses”


Gallegos luchando codo a codo con los irlandeses


Numerosos gallegos dieron su vida en la batalla de Kinsale, luchando junto a los irlandeses, frente a la invasión de los ingleses.

El Rey Felipe III envió a Irlanda una flota de 33 embarcaciones que partió del puerto de La Coruña el 2 de septiembre de 1601, con 4.432 hombres. Una vez más se cumplió la leyenda de los malos augurios para la flota española en el Mar de Irlanda. El temporal hizo fracasar parte de la expedición, si bien unos 3.000 infantes de marina, al mando de Juan de Aguila, logró desembarcar en Kinsale.

Tres meses más tarde una nueva expedición, al mando de Zubiaur compuesta por 10 naves y 828 hombres partió de La Coruña en ayuda de los irlandeses. La superioridad de los ingleses no permitió conseguir el apoyo deseado por España a las hermanos irlandeses (las comunidades cristianas mas señeras de occidente). Muchos marineros españoles, quizás en gran medida gallegos, decidieron no regresar a España y quedarse en Kinsale y en otros pueblos del occidente de Irlanda ante la gran hospitalidad de los irlandeses, creando sus familias con jóvenes y atractivas rubias irlandesas y de ojos azules. Por ello, actualmente se observan en la zona, no pocos irlandeses de ojos y pelo negro o castaño, mientras que por el asentamiento de irlandeses en Galicia pueden observarse gallegos con el pelo rubio y de ojos azules.


El comercio entre Galicia e Irlanda

El puerto de La Coruña era el principal lugar de partida para las relaciones de España e Irlanda.

Los pescadores gallegos con destino a los caladeros del Gran Sol, conocían perfectamente la ruta y habían elegido el puerto de Galway para recalar. Esta localidad fue calificada como la ciudad mas española de Irlanda.

La ciudad de Galway, fundada hace mas de 800 años, disponía de un excelente puerto para su época, lo que la convertía en la puerta de las transacciones comerciales con España y Portugal.

Aunque siempre se ha mantenido que Galway tiene su origen en la mitología celta (Galvia, hija del rey Breasal), muchos lingüistas actuales optan por la derivación de la palabra latina Gallaeci (Galicia), tierra con la que los ancestros de Galway habrían tenido intensas relaciones comerciales, desde tiempo muy remotos.

En los siglos XV y XVI los barcos españoles, procedentes de Galicia, representaban el tráfico más importante del puerto de Galway, hasta el punto que el gobierno local resolvió construir una zona amurallada para resguardar los barcos españoles. Aún quedan en el antiguo muelle unos arcos de esta antigua fortificación, conocida como los “Spanish Arch” Frente a la ubicación de estos arcos se encuentra la Plaza de España (Spanish Parade)

La influencia de España era tan grande que el español era una lengua habitual en la zona portuaria y apreciada, no sólo por los mercaderes, sino por las familias nobles. Llegó a decirse de Galway que toda la ciudad tenía un aire de España…, pero no sólo por la influencia comercial, sino por una corriente de afinidad y simpatía mutuas.

Todo este florecimiento de Galway finalizó en 1651 con el asedio de la ciudad por Cromwell, que resolvió cerrar prácticamente el puerto y trasladar las actividades comerciales a la costa este, para que las transacciones se realizaran con Inglaterra.

Mucho agradecemos a Pablo Torres (excelente escritor y fotógrafo) sus crónicas desde Irlanda, publicadas en la revista “Carta de España” que nos han servido de base para elaborar los dos anteriores apartados del presente comentario.


Dos pueblos que se abrazan

En el momento actual está renaciendo un impulso de los tradicionales lazos de simpatía entre España e Irlanda. Prueba de ello son los 1,6 millones de turistas que en el año 2007 visitaron España y siguen haciéndolo, quizás en mayor número. Lo español está de moda en Irlanda y todo lo irlandés se recibe con especial simpatía en España.

Lo curioso es que esta fuerte corriente de simpatía parte sobre todo de los jóvenes. No en vano cada verano millares de estudiantes españoles eligen practicar el inglés en el seno de familias irlandesas. Pero también ha calado en España la literatura irlandesa. Desde el “Libro de Kells” o “Gran Evangelio”, o el “Leabhar Gabhala” (Libro de las Invasiones), hasta los escritores universales como Oscar Wilde, Bernard Saw o las obras de James Joyce se ven en los escaparates de las grandes librerías españolas. Algunos grupos folclóricos irlandeses están haciendo furor entre los amantes de la música celta. Tomarse un café irlandés, una copa de la Crema Irlandesa Baileys o un whiskey irlandés, mientras se escucha la música de los The Chieftains o los The Dubliners, es un placer habitual en las veladas de no pocos pubs españoles.

Muchos símbolos celtas proliferan en la artesanía y especialmente en la joyería de vanguardia.

Si es acusada la simpatía de España por Irlanda, no digamos lo que esto supone en la Galicia actual, donde varios especialistas destacan el paralelismo entre los respectivos nombres: Galicia y Gacilge que parecen tener la misma raíz celta “Gal”, denominación de la tribu celta de los Gaels de Irlanda.

Las tres Universidades gallegas dedican seminarios y conferencias relativas a la cultura celta y a la literatura irlandesa. Concretamente la Universidad de La Coruña organiza periódicamente encuentros sobre la cultura celta, en los que participan prestigiosos expertos de Universidades Irlandesas, subrayando el “hermanamiento y la cercanía” de ambos pueblos.

En dicha Universidad está ubicado el Instituto Universitario de Estudios Irlandeses "Amergin". La denominación Amergin corresponde a la de un legendario druida que, según el “Leabhar Gabala Erenn” arribó a la costa irlandesa procedente del noroeste peninsular. El objetivo de este Instituto es “investigar y divulgar la realidad irlandesa y su equivalente gallega, en diversos ámbitos, con el fin de lograr un reconocimiento mutuo”. En la página web de este Instituto se especifica que “los lazos de unión entre las letras irlandesas y la Universidad de La Coruña, culminaron en junio de 2000 con la investidura de Seamus Heanei, Premio Novel de Literatura en 1995, como Doctor Honoris Causa por esta Universidad”

La Spanish Association Ford Irish Studes o Asociación Española de Estudios Irlandeses, fue creada en la Universidad de Burgos en el año 2001. Entre sus principales actividades figuran los premios de investigación sobre Irlanda y los congresos itinerantes por otras Universidades, como el celebrado en la Universidad de La Coruña el año pasado.

La Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en su sede de Pontevedra, ha organizado hace pocos meses un curso monográfico sobre el paralelismo entre el patrimonio cultural irlandés y el gallego.

Venimos denominando a Ortigueira como la Capital Gallega del Mundo Celta, no sólo por su afinidad geográfica con el oeste de Irlanda, sino porque en este enclave galaico se vive intensamente todo lo relativo a la cultura celta. Desde el año 1978 viene organizando el Festival de Ortigueira de Música Celta, que a lo largo de 4 días reúne a más de cien mil personas, especialmente jóvenes. En esta fiesta, declarada de Interés Turístico Internacional, se dan cita los más destacados grupos de los países celtas y constituye una réplica del gran festival intercéltico de Lorient que ya ha alcanzado su 40 edición.

Pero no es solo el festival citado. También está ubicado en Ortigueira el Instituto de Estudios Celtas, que dirige el profesor de literatura celta e irlandesa de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, D. Ramón Sainero. Este prestigioso profesor y escritor lleva publicados numerosos libros relativos a la cultura celta, entre los que significamos “Leyendas celtas en la literatura irlandesa”, “La huella celta en España e Irlanda”, “Los grandes mitos celtas y su influencia en la literatura”, “Sagas celtas primitivas en la literatura inglesa”, “Lenguas y literaturas celtas: Origen y evolución”, etc. Está previsto que este admirable intelectual pronuncie la lección magistral en nuestro próximo encuentro en la ciudad irlandesa de Galway.


¿Somos de la familia?

La explicación de esta afinidad y empatía entre Galicia e Irlanda, que se ha mantenido desde tiempos remotos, parece tener una base científica. Recientemente el Trinity College de Dublín, a través de su prestigioso Instituto de Genética Smurfit, realizó un exhaustivo estudio genético dirigido por el Profesor Dan Bradley, en el que desarrolla la teoría científica de que españoles del norte peninsular llevaron a Irlanda la flora y la fauna, así como los cromosomas que caracterizan al pueblo irlandés.

Según diversos medios de comunicación, también el profesor de genética humana de la Universidad de Oxford, Bryan Sykes, llegó a parecidas conclusiones. La leyenda de los milesios de Brigantia pertenecientes a la familia del patriarca Breogan, arribando a Irlanda, podría llegar a ser revisada para transformarla de mito en realidad.


Nuestro próximo encuentro en Galway

Todo cuanto antecede constituye la motivación del encuentro programado para el próximo 27 de junio en Galway por la Enxebre Orde da Vieira, que cuenta con mas de un millar de miembros en 22 países.

Nuestro objetivo es intensificar el interés por la cultura celta y aportar nuestro granito de arena a la amistad forjada entre Galicia e Irlanda.

Los actos comenzarán con una misa en honor de Santiago Apóstol y de San Patricio, como padres de la cultura cristiana en Hispania e Irlanda respectivamente.

Tras el acto académico de la cultura celta y el recibimiento en la Orden de los nuevos Caballeros y Damas, irlandeses y de otros pueblos celtas, celebraremos un almuerzo de confraternización. Todo ello como colofón de un viaje cultural de 5 días de duración, auspiciado en el pasado año, con motivo de nuestra participación en el Gran Desfile de San Patricio en Nueva York, cuyos directivos, de origen irlandés, participaron a su vez en nuestro acto de convivencia con los gallegos de Nueva York y participarán también en este encuentro de Irlanda.


Madrid, Abril de 2009.
Carlos de Blas.