
Tal día como hoy de 1592 fallecía Don Pedro Sarmiento de Gamboa, marino, explorador, escritor, historiador, astrónomo, científico y humanista pontevedrés mientras navegaba frente a las costas de Lisboa.
Primeros años: nacimiento y juventud.
Su lugar de nacimiento es incierto aunque
sus más importantes biógrafos sostienen que fue Pontevedra, Galicia,
de donde era su familia paterna; tampoco se sabe con certeza el año de su
nacimiento, pero se supone que fue entre 1530 y 1532.
En uno de los juicios que le siguió
la Inquisición en Perú declaró
haber nacido en Alcalá de Henares hacia 1532, siendo hijo de Bartolomé
Sarmiento, natural de Pontevedra, y de María de Gamboa, natural de Bilbao. Algunos
historiadores creen que esta declaración de haber nacido en Alcalá de Henares
pudo ocurrir durante un viaje circunstancial de sus padres, pues Sarmiento
vivió su niñez y juventud en Pontevedra.
Hasta los dieciocho años vivió en la casa
paterna, en la pintoresca ría gallega,
edad a la que ingresó al servicio militar. Entre1550 y 1555 estuvo en el
ejército al servicio del emperador Carlos I de España. En 1555 cruzó el océano Atlántico y llegó aMéxico donde
vivió durante dos años. Poco se sabe de su vida durante este período excepto
que tuvo problemas con laInquisición. El proceso surgió a raíz de una parodia de Auto
de Fe, organizada por Sarmiento en favor de los sobrinos del Obispo de Tlaxcala;
de resultas del mismo fue sentenciado a azotes en la plaza de Puebla y, probablemente, al destierro1 .
De ahí pasó a Perú donde
vivió durante más de veinte años.
Perú: inicios.
En 1557 llegó
a Perú. Se desconocen sus actividades durante los primeros años; pero dadas sus
aficiones seguramente los dedicó a completar su formación marinera estudiando cosmografía, geografía y náutica convirtiéndose,
en notable soldado, experto marino, reputado geógrafo y aventajado perito
en astronomía.
En dos oportunidades tuvo que enfrentar a
los tribunales de la Inquisición en Lima por sospechas de
hechicería. A fines de 1564 gozaba
de la reputación de astrólogo, cuando elarzobispo,
como inquisidor ordinario, le inició causa de fe, encarcelándolo. Había sido
delatado como nigromántico.
El 8 de mayo de 1565 fue condenado
por la Inquisición al destierro pero el arzobispo le conmutó la pena para que
integrara la expedición al océano Pacífico que finalmente descubriría
las islas Salomón.
Descubrimiento de las islas Salomón y Vanuatu.
En 1567 en Lima, los españoles comentaban
la leyenda propalada por los incas de
que hacia el oeste se encontraban islas llenas de oro. El presidente de
la Real Audiencia de Lima, Lope García de Castro, ejercía las funciones
de virrey del Perú, cargo que se encontraba
vacante. Ante él, Sarmiento de Gamboa y otros comerciantes capitalistas se
ofrecieron para descubrir dichas islas. García de Castro decidió armar una
expedición que fuera en la búsqueda de estos territorios, ocuparlos y
poblarlos. Encargó la dirección de la expedición a su sobrino de veintidos
años, Álvaro de Mendaña, y a Sarmiento de Gamboa lo
nombró capitán de
una de las naves y cosmógrafo y a Pedro de Ortega capitán de la otra.
La
expedición compuesta de dos naves con unos 160 hombres zarpó de el Callao el 20 de
noviembre de 1567 pero, en lugar de seguir la derrota trazada por Sarmiento,
Mendaña la modificó según recomendación del piloto mayor, Hernán Gallego, lo
que tuvo como consecuencia que recalaran y descubrieran las islas Salomón en
lugar de Australia.
El 7 de
febrero de 1568 la expedición llegó a la primera de las islas del archipiélago
la que fue bautizada con el nombre de Isla de Santa Isabel. Durante un año exploraron
la infinidad de islas del archipiélago en busca de oro. Entraron en contacto
con losindígenas que
las habitaban, pero Mendaña estaba más interesado en volver a Lima que cumplir
el mandato oficial de poblar las tierras descubiertas, para cuyo fin se
llevaban armas, ropas, semillas, maderas. La expedición regresó a Perú sin
haber cumplido el mandato de poblarlas. Recalaron en el Callao el 22 de julio
de 1569.
Sarmiento
y Mendaña entraron en públicas recriminaciones sobre la dirección de la
expedición y sus nulos resultados por lo que el nuevo virrey, don Francisco Álvarez de Toledo, los llevó ante la
Audiencia de Lima para que expusieran sus puntos de vista. En estos alegatos
Sarmiento impresionó al virrey por la claridad de sus argumentaciones, siendo
absuelto de todo cargo.
Cosmógrafo general de los reinos del Perú.
En 1570 el virrey
Francisco Álvarez de Toledo, dedicado a institucionalizar el gran virreinato y
someterlo definitivamente a la soberanía de los monarcas de Castilla,
quiso probar que los incas reinantes
en Perú a la llegada de los españoles eran extranjeros, que por la fuerza
habían sometido a los naturales del país estableciendo un gobierno tiránico,
por lo tanto, España lícitamente
había llegado para terminar con tal estado de opresión estableciendo otro
régimen destinado a civilizar y convertir a los indígenas a la verdadera
religión.
Para
conseguir este fin el virrey, acompañado por Sarmiento, al que había
nombrado cosmógrafo general de los reinos del Perú, recorrieron el
país. Sarmiento entre los años 1570 y 1572 continuó
viajando por los poblados tomando declaraciones a los sucesores de los incas y
de acuerdo con ellas escribió la “Historia Índica”, obra que se compone de tres
partes: la primera consiste en una descripción geográfica del territorio, la
segunda, la historia de los incas, y la tercera, el descubrimiento y conquista
por los españoles hasta el año 1572.
El
trabajo le sirvió al virrey para centralizar los aspectos esenciales de la
administración general del país y establecer las bases de lo que sería el
sistema virreinal en el Perú.
Expedición contra Francis Drake.
En 1577 la reina Isabel I de Inglaterra encargó al
marino inglés Francis
Drake, al que le otorgó patente de corso,
la organización de una expedición contra los intereses españoles en la costa
americana del Pacífico. Drake zarpó del puerto de Plymouth el
13 de diciembre de 1577 a bordo del Pelican, con otras 4 naves y 164
hombres.
A finales
de agosto de 1578 Drake
recaló en el estrecho de Magallanes tras haber perdido todos sus barcos,
excepto el Pelican y varios hombres en distintos enfrentamientos con
los indios patagones.
En la ruta rebautizó su barco como Golden Hind.
A su paso por las costas de Chile y
Perú atacó numerosos navíos españoles y los puertos de Valparaíso, Coquimbo, Arica y Callao.
Los
ataques de Francis Drake a las costas americanas del Pacífico causaron muchos
daños a los españoles por lo que el virrey del Perú, Francisco Álvarez de
Toledo]], equipó dos naves que puso bajo el mando de Pedro Sarmiento de Gamboa
y las envió a perseguir y capturar al corsario inglés
pero éste ya había abandonado la zona. Los españoles no lograron alcanzarlo y
regresaron al Callao.
Exploración
de los canales patagónicos y del estrecho de Magallanes.
En 1579, al regreso de
Sarmiento de Gamboa, el virrey le ordenó alistar dos naves para que explorara
el estrecho de Magallanes en búsqueda de lugares adecuados para asentar
población y fuertes con artillería para
cerrar esa ruta a los enemigos de España.
Las
instrucciones del virrey, que Sarmiento juró cumplir, fueron explorar
detenidamente los canales de la Patagonia y el estrecho de
Magallanes. Levantar cartas geográficas
de los lugares que reconociesen. Averiguar si los ingleses habían establecido
asentamientos en alguna parte y estudiar los lugares en que se podrían
establecer fuertes. Prudencia con los habitantes que encontrara excepto con
Francis Drake, al que debería presentarle combate y prenderlo vivo o muerto si
se topaba con él.
Sarmiento
zarpó del puerto de El Callao el 11 de octubre de 1579 con dos naves bien
equipadas y pertrechadas. La “Nuestra Señora de la Esperanza” bajo su propio
mando y con el título de capitán superior y el “San Francisco” bajo el mando
de Juan de Villalobos con
el título de almirante. Para avanzar más rápido hacia el sur siguió la ruta
descubierta años antes por el marino Juan Fernández.
El 17 de
noviembre las naves se encontraban en latitud 50° sur frente a la entrada a un
canal que corría en dirección SE y que a Sarmiento le pareció podría ser la
boca del Estrecho y que bautizó como “golfo de la
Santísima Trinidad”. Los expedicionarios estuvieron alrededor de dos
meses levantando y recorriendo la infinidad de islas y canales y tomaron
posesión de esas tierras en nombre del rey de España. Volvieron nuevamente al
océano Pacífico.
El 21 de
enero de 1580 las
naves se separaron debido a una fuerte tormenta. Villalobos fue arrastrado
hasta latitud 56° sur y en cuanto el tiempo se lo permitió regresó al norte
pues ya no tenía víveres, recalando en Valdivia a
mediados de febrero.
Sarmiento
también fue arrastrado por los temporales hacia el sur y logró virar hacia el norte,
reconociendo la punta NO de la isla Desolación que
llamó cabo Espíritu Santo y que en las cartas actuales figura como cabo
Deseado, fondeando a fines de enero de 1580 en puerto Misericordia.
Avanzó por el Estrecho, que él llamó estrecho de la Madre de Dios, fondeando y
levantando las costas, pasos y angosturas. El 13 de febrero estuvo fondeado
en puerto del Hambre y el 24 de febrero del
mismo año salió finalmente al océano Atlántico dirigiéndose a España con
el propósito de presentar al rey un proyecto para la defensa del Estrecho.
Expedición de poblamiento del estrecho de Magallanes.
El rey Felipe II de España aprobó el proyecto de
establecer un fuerte en el estrecho de Magallanes con el propósito de asegurar
el control y dominio de ese paso estratégico del Virreinato del Perú,
encargándole al Consejo de Indias planificar la expedición
para poblarlo y fortificarlo.
España
armó una expedición compuesta por aproximadamente 2.500 hombres, los que
embarcó en 23 naves las que puso bajo el mando de Diego Flores de Valdés. El
rey nombró a Sarmiento, gobernador y capitán general del Estrecho. En la
expedición también se embarcó Alonso de Sotomayor, designado gobernador de Chile, y su tropa.
La
expedición zarpó de San Lucar de Barrameda el 25 de septiembre
de 1581 pero
un temporal a los pocos días le hundió cuatro naves por lo que el 9 de octubre
regresó al puerto de Cádiz para
reparar otras. El 9 de diciembre de 1581 volvió a hacerse a la mar con 16
navíos rumbo a Río de Janeiro. En la ruta pararon en una de
las islas de Cabo Verde en la que
permanecieron hasta el 2 de febrero de 1582. Allí, la expedición
sufrió bajas por muertes y deserciones. Arribó a Río de Janeiro el 25 de marzo
del mismo año y se detuvo allí seis meses en espera de mejores condiciones de
tiempo; nuevamente perdió gente por fallecimientos y fugas.
El 2 de
noviembre de 1582 zarparon hacia el Río de la Plata.
En Buenos Aires el
gobernador Sotomayor desembarcó su tropa pues había decidido continuar a Chile por tierra.
Diego Flores de Valdés, con cinco naves, llegó el 17 de febrero de 1583 hasta la entrada
del Estrecho, pero el mal tiempo le impidió ingresar en él por lo que regresó a
Río de Janeiro y luego continuó a España.
Sarmiento
se quedó en Río de Janeiro, asumiendo el mando de las naves con las que
intentaría un nuevo viaje al Estrecho. Una vez reorganizados, el 2 de diciembre
de 1583, zarpó con cinco naves y 538 expedicionarios. El 1 de febrero de 1584 logró entrar al
Estrecho llegando hasta la Segunda Angostura pero
luego fueron empujados por la corriente y el viento hasta el cabo Vírgenes.
Allí, Sarmiento desembarcó el 4 de febrero de 1584 y procedió a tomar posesión
de esas tierras en nombre de España, habían transcurrido más de dos años y
medio desde su zarpe de España. El 11 de febrero de 1584 Sarmiento procedió a
fundar la Ciudad del Nombre de Jesús, la primera y
más austral ciudad del mundo en esa época, a tres kilómetros de lo que hoy es
el cabo Vírgenes, en el actual territorio de Argentina.
El mal tiempo obligó a cuatro de las naves dejar su fondeadero y regresar al
Atlántico y luego a España quedando Sarmiento solo con la Santa María de
Castro para el servicio de los 338 pobladores de la ciudad.
Sarmiento
se dio cuenta que el lugar no podría albergar tantas personas por lo que
decidió fundar otra ciudad que alojaría a la mitad del total de los pobladores.
Envió la Santa María de Castro con 50 pobladores hacia el lugar en
que él había estado en 1580, punta Santa Ana, y él con otros cien hizo el
camino por tierra. El 25 de marzo procedió a fundar en punta Santa Ana la
ciudad Rey Don Felipe, cercana a la actual Punta Arenas,
hoy Chile. El 24 de mayo zarpó hacia Nombre de Jesús y luego de un tiempo
decidió regresar a España en búsqueda de víveres para sus poblados. El 29 de
junio arribó al puerto de Santos donde
las autoridades le proporcionaron víveres y elementos para sus colonias.
Zarpó
hacia el Estrecho pero a la altura de Bahía un
temporal destruyó la Santa María de Castro que se hundió con toda su
carga. Sarmiento y algunos tripulantes se salvaron logrando llegar a la costa.
El 3 de octubre logró regresar a Bahía cuyo gobernador lo ayudó una vez más
regalándole una embarcación pequeña de 60 toneles en la que volvió a cargar
víveres para sus dos poblaciones y el 13 de enero de 1585 zarpó nuevamente
en dirección al estrecho de Magallanes. Otra vez una tempestad le hizo arrojar
al mar toda la carga para poder salvar la embarcación y regresar a Bahía,
puerto en que sus tripulantes se negaron a continuar embarcados.
El 22 de
junio de 1586 emprendió
el regreso a España en una nave mercante. En el viaje la nave fue atacada por
tres buques ingleses de la flota de Walter Raleigh.
Hecho prisionero fue conducido ante la reina Isabel I de Inglaterra quien, luego de
interrogarlo, lo dejó en libertad encomendándole una misión que transmitir al
rey de España. El 30 de octubre de 1586 Sarmiento inició
el regreso a España; pasó por París y
cuando llegó a la frontera con su patria, el 9 de diciembre del mismo año, fue
capturado por los hugonotes quienes lo encerraron en la prisión de Mont de Marsan
y pidieron un elevado rescate por su libertad. Inicialmente Felipe II se negó a
pagar rescate por él, pero finalmente, en diciembre de 1589, el monarca firmó una
cédula en la que ordenó el pago del rescate. El fiel vasallo regresó a su
patria después de estar casi diez años fuera de ella.
El
fracaso de la expedición al Estrecho hay que buscarlo en la inexperiencia y
falta de capacidad como organizador de Flores de Valdés, pero más que nada en
la carencia de un apoyo naval eficiente y en la inclemencia del mar y del clima
austral.
Almirante de la flota de Indias.
A su
llegada a España, Sarmiento continuó pidiendo socorros para la gente del
Estrecho, pero Felipe II ya había decidido desentenderse de ese problema. Como
una forma de compensar los servicios y desvelos con la Corona en 1591 le nombró
almirante de una de las Armadas encargadas
de proteger las naves de la flota de Indias.
El 17 de
julio de 1592, falleció mientras dirigía una flota cerca de la capital
portuguesa. Sus restos se sepultaron en un ignoto sitio de Lisboa.
Legado
La admirable descripción del golfo de la
Trinidad y del estrecho de la Madre de Dios, las
recomendaciones para la navegación de los canales patagónicos y del estrecho de
Magallanes han sido ensalzadas por lo hidrógrafos modernos
que han trazado las cartas definitivas, entre ellos el vicealmirante Fitz Roy.
La obra
de Sarmiento tiene dos características: su variedad y cantidad. 1 historia, 10
relaciones, 5 memoriales, 17 cartas, poesías y otro escritos conocidos o
desafortunadamente desaparecidos son su legado. En ellas emplea un rico
vocabulario, viveza en el lenguaje y una gran capacidad descriptiva.
No existe
a comienzos del siglo XXI un estudio completo sobre su obra literaria, no
porque no haya interesado sino que el azar ha ocultado hasta ahora datos y
obras. Recién en el siglo XX se descubrió su “Historia Índica” lo que impulsó
nuevas investigaciones y búsquedas.
Finalmente
hay que destacar su habilidad como navegante y sus inquietudes culturales.
Poseedor de un vasto saber náutico, su facilidad con la pluma denotan el
contacto con un foco cultural de primera línea, se recuerda su conversación con
la reina Isabel en latín.
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