martes, 6 de abril de 2010

Declaración Institucional de promoción del "Camino de Madrid" (preámbulo)

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Miembros de la Orden acompañando al director de la Casa de Galicia en Madrid (foto: Baffypress).

Preámbulo de la declaración institucional:

El descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, convierte al camino que conduce al sepulcro en un trascendental fenómeno religioso y en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval.

Durante más de diez siglos, el Camino de Santiago ha contribuido a la fraternidad entre personas y pueblos, potenciando la generosidad y la hospitalidad.

El Camino une personas, pueblos, villas, tradiciones y paisajes. El tránsito de los innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida de todo un desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a lo largo de todo el trazado jacobeo.

En la actualidad, el Camino de Santiago, junto al resto de los recorridos que se han ido consolidando en torno al mismo, desempeñan un papel muy valioso para fomentar la cultura de las diferentes regiones españolas, el intercambio de ideas, el respeto al medio ambiente y la vertebración de una identidad europea común, tal y como reconoció el Consejo de Europa en 1987, al otorgarle la distinción de Primer Itinerario Cultural Europeo.

El “Camino de Madrid” es una clara muestra de cómo las rutas jacobeas, año tras año, superan con creces su aceptación y van enriqueciendo, con la aportación y la dedicación de instituciones públicas, entidades privadas y asociaciones, el tradicional y mundialmente conocido Camino de Santiago.

El “Camino de Madrid” muestra, entre otras muchas cosas, cómo revalorizar un recurso único y genuinamente español: las vías pecuarias, al discurrir buena parte de su trazado sobre estas cañadas, reservadas originariamente para el paso del ganado.

El trazado, que une los territorios de las Comunidades autónomas de Madrid y Castilla y León, para adentrarse posteriormente en tierras de la Comunidad Autónoma de Galicia, permite interpretar en su total integridad espacios geográficos únicos, a la vez que pone de relevancia el patrimonio cultural, histórico y natural de las poblaciones y lugares por donde discurre, y facilita el necesario desarrollo económico de extensas áreas rurales.

Los diferentes caminos, y entre ellos de una forma muy singular el “Camino de Madrid”, coadyuvan a ordenar el territorio, a dinamizar áreas rurales despobladas gracias al hospedaje, el turismo de naturaleza o el propio peregrinar, y a generar actividades sostenibles en áreas protegidas, donde se hace preciso promover iniciativas de desarrollo respetuosas con el medio ambiente.

Ligado a este interés, de las rutas jacobeas dimanan otros principios que enriquecen al ser humano, en sus ámbitos espiritual y material, como la perseverancia, el esfuerzo y el sentimiento de acogida que ha de primar en cada una de las poblaciones por las que transiten los peregrinos.

En Cercedilla, a 5 de abril de 2010

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